Un respiro para las familias de Catarroja con adultos dependientes

Las escuelas municipales de verano son ya un habitual entre los pueblos de l’Horta para favorecer la conciliación familiar en estas vacaciones estivales para los menores. Escoletas que cada vez van siendo más inclusivas y también atiende a niños con diversidad funcional. Pero, ¿qué pasa con los adultos dependientes? No son niños, pero también necesitan atención constante y este cuidado recae mayoritariamente en los familiares, también de edad avanzada en muchas ocasiones.

En ese sentido la Asociación de Personas Afectadas con Minusvalías (Apami) de Catarroja se puso en contacto con el ayuntamiento para buscar una opción. “Nos dijeron si podíamos incluirlos en las escoletas, pero les dijimos que cada uno tiene su patología por edad y deberían tener su propio espacio. Trabajando esa idea llegamos a esta propuesta, de una salida durante algunos días y dar un respiro a sus cuidadores, que suelen ser las familias”, explica la alcaldesa, Lorena Silvent.

La única condición que pusieron es que se abriría a todos los empadronados de Catarroja, aunque mayoritariamente son miembros de Apami y del centro ocupacional 9 d’Octubre. Este año en concreto se van del 24 al 27 de agosto a un albergue en Chera. Tres días en los que los asistentes estarán con monitores especializados. “Pero no solo lo hacemos en verano, también programamos alguna salida en Pascua y en algún puente. Ya llevamos tres años haciéndolo y está siendo todo un éxito, empezamos con ocho inscritos y ya llevamos casi 20”, explica Núria Blanch, concejala de Bienestar Social. Es por eso, que el gobierno local quiere licitar esta iniciativa para que sea un proyecto estable. “Queremos que se consolide para que se vayan incorporando también personas con autismo por ejemplo”, apunta Silvent. De hecho, el colectivo Mirada Blava también ha acogido con agrado esta iniciativa municipal inclusiva.

Un campamento que tanto las familias como los asistentes están esperando con ansia. “Solo la cara de felicidad con la que vuelven, eso ya vale millones”, señala la presidenta de Apami, Dolores Godoy, quien considera que con RescomPirar “ganamos todos. Nos da un respiro a las familias que ganamos en calidad de vida y ellos ganan en autonomía”, explica.

Una independencia que también recalcan desde el gobierno local. “Ir a una cafetería y pedir es algo que nunca lo habían hecho, porque al final siempre salen con las familias y piden por ellos. Durante el curso en Apami y otros centros, todos los meses hacen salidas a las cafeterías para poder practicar y desarrollar esta autonomía, y en el campamento, estando tres días solos, aún se potencia más y es muy beneficioso para ellos”, concluye la alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent.