València da luz verde y desbloqueará el esperado acceso norte de Mislata

El ayuntamiento que dirige María José Catalá muestra su predisposición para agilizar esta obra que descongestionará tres grandes vías de la capital

Bielsa cree que Mislata inicia «un nuevo tiempo» en la relación institucional con la capital

Uno de los seis edificios construidos en el PAI del Quint II en Mislata, a falta de otros cinco más. Por la izquierda de la imagen entrará el acceso norte.

Uno de los seis edificios construidos en el PAI del Quint II en Mislata, a falta de otros cinco más. Por la izquierda de la imagen entrará el acceso norte. / B.U.

Amparo Soria

Amparo Soria

València ha dado el visto bueno al acceso norte de Mislata, una obra enquistada en el urbanismo del municipio metropolitano y que necesita de ciertas tierras de la capital para poder ejecutarse. El «sí» de València es una llave que abre, en sentido figurado pero también en el literal, una nueva etapa en la relación política, urbanística y de movilidad entre las localidades vecinas, también ahora con el cambio de gobierno de Compromís y PSPV al Partido Popular en la capital. 

El visto bueno tiene que darlo la Generalitat a través de la Conselleria de Infraestructuras que dirige la popular Salomé Pradas. Sin embargo, el acuerdo entre los dos municipios es fundamental para desatascar esta obra comprometida desde hace dos décadas, como una condición previa para la aprobación del PAI del Quint II donde se preveían un millar de viviendas. La carretera y los inmuebles quedaron aparcados con la crisis económica pero la necesidad no ha menguado, siendo el municipio con más densidad de población de toda España, la intención es sacar a parte de esos vehículos del casco urbano, además de crear un acceso directo desde València a través de la rotonda de Pío Baroja por un vial junto al Bioparc y el Parque de la Canaleta, lo que descongestionaría la propia avenida Pío Baroja, el puente 9 d’Ocbretubre, la Avenida del Cid y la Avenida de València de Mislata. 

Acceso norte de Mislata, desde València hasta el PAI del Quint II.

Acceso norte de Mislata, desde València hasta el PAI del Quint II. / L-EMV

La predisposición en el Ayuntamiento de València es total, igual que en el de Mislata. Los contactos han sido hasta ahora informales pero suficientes para dejar claras las intenciones, y van por el mismo camino: descongestionar este nudo viario y descargar el centro de Mislata. 

En el ayuntamiento de la capital destacan que, frente a la negativa del exalcalde Joan Ribó de abrirse a estudiar esta mejora para ambos municipios, María José Catalá sí está en sintonía con esta obra. Para el alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, la predisposición de València es una muy buena noticia porque, «por fin», València «tiene sensibilidad hacia un grave problema de Movilidad que nos afecta a nosotros, pero también a la capital». «Es momento de un nuevo tiempo para el transporte y la movilidad de València y su área metropolitana», dice el alcalde. 

Los equipos de ambos ayuntamientos están trabajando para un encuentro bilateral que pueda materializar los primeros pasos del proyecto, que está en fase de licitación desde poco antes de las elecciones del 28M. «Esta obra es una prioridad y una reivindicación histórica, más todavía con el condicionante de construir el PAI solo si se traza este acceso», dice Fernández Bielsa. 

De los edificios que podrán ejecutarse tras la construcción del acceso, uno ya ha sido levantado. Se prevén seis inmuebles con 21 alturas, según figura en el PAI aprobado por la Comisión Territorial de Urbanismo en 2007. Se calcula que en este sector podrían instalarse 3.000 residentes, pero eso es impensable sin un acceso en condiciones que facilite la entrada a este barrio de Mislata. 

Hay solicitadas dos licencias de obra más para levantar sendos edificios, pero el consistorio las tiene paralizadas hasta tener la seguridad de que la Generalitat ejecutará la ronda de acceso. En un futuro, además, conectará también con la V-30. 

Afección mínima a la huerta

Las discrepancias entre el gobierno socialista de Bielsa y el de Compromís de Joan Ribó en València han sido sonadas. El principal escollo en la negociación era la afección a la huerta, una circunstancia que sí se daba en el proyecto original de 2007 donde los criterios ambientales eran prácticamente inexistentes o nulos, pero en la revisión de la obra, dejó de ser una «ronda» para ser un acceso de 700 metros que transcurre por bordes urbanos, compatible con las normas de protección ambiental actuales y el PAT de l’Horta. 

En la última etapa del Botànic en la Generalitat y del Rialto en el Ayuntamiento de València, Ribó aceptó el proyecto una vez se insistió en que el planeamiento urbano lo permitía, tal como se le mostró en la última reunión antes de que el gobierno local cambiara de color político.

Dos años consignada la redacción del proyecto

El acceso norte a Mislata ha figurado en el Presupuesto de la Generalitat para 2023, redactado por el Botànic, y recientemente el presentado para el próximo año, ya con PP y Vox en el Consell. En ambos se ha consignado una partida para la redacción del proyecto básico y de ejecución, lo que fue un paso adelante tras largos años de silencio y omisión administrativa. El proyecto, según se tiene constancia en el Ayuntamiento de Mislata, se encuentra en fase de licitación, pero no ha habido ninguna novedad en los últimos meses. 

Hace exactamente un año se dio a conocer que la Conselleria Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad consignó 60.000 euros destinados a contratar la redacción del proyecto y la dirección técnica de la obra. Fuentes municipales indicaron entonces que el departamento técnico de la conselleria estaba redactando los pliegos de condiciones para licitar el proyecto, con la intención de hacerlo «lo más pronto posible», una vez se activara las partidas de los presupuestos.

Sin novedades en la tramitación administrativa, el consistorio solo ha tenido constancia que para el próximo ejercicio figuran 55.490 euros para el mismo concepto: «Redacción del proyecto básico y proyecto de construcción de la conexión viaria de la zona norte de Mislata». 

La partida completa consta de 239.000 euros y al margen de la redacción del proyecto de este año próximo, para 2025 están previstos 139.000 euros y para 2026 un total de 44.390, aunque no se especifica a qué se destinarán. 

Con la sintonía política de ambos ayuntamientos, será la Generalitat quien apruebe la financiación de esta obra de interconexión municipal con la que se comprometió en 2007 y que tan reivindicada ha sido a lo largo de estos años en Mislata. 

La obra completa, a un largo plazo indeterminado, concluiría con la conexión de este acceso con la V-30, algo que sucederá cuando terminen las obras del Hospital Militar de Mislata y cuando esté lista la primera conexión con la capital.