Buñol pone en valor la memoria democrática por medio de la música y la poesía

El Palacio de la Música de Buñol albergará este viernes un concierto dedicado a la memoria democrática. El acto comenzará a las 20 horas y correrá a cargo de la Agrupación Musical de Buñol por la Memoria Democrática. Esta organización surgió en 2019 desde la Concejalía de Políticas Inclusivas y Cultura. La agrupación musical cuenta con músicos que participan de forma voluntaria y sin ánimo de lucro.

La agrupación nació con el objetivo de realizar de forma anual un concierto homenaje a la memoria histórica y democrática de nuestro país, teniendo como eje principal la recuperación de la memoria de todas aquellas personas que durante la Guerra Civil y la dictadura franquista sufrieron la represión, la persecución, la cárcel y el exilio.

Buñol fue uno de los pueblos de la geografía española que más contribuyó a la lucha contra el fascismo, con muchos de sus jóvenes ingresando en las milicias

El concierto estará dirigido por Adrián Moscardó Masmano, un músico que pertenece a la Orquesta Sinfónica de Barcelona como trompetista y que cuenta con una amplia experiencia en la música. Ha formado parte de agrupaciones como la Jove Orquestra Nacional de Catalunya, la Joven Orquesta Nacional de España o la Banda Municipal de Barcelona. Como director de orquesta, ha dirigido la Jove Orquestra Barcino, la Jove Orquestra nacional de Catalunya y la Orquesta de la Escuela Superior de Música de Catalunya (ESMUC).

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Podrán escucharse las siguientes obras: Suspiros de España (pasodoble) de Antonio Álvarez Alonso; Banja Luka de Jan de Haan; Walt n2 de Dmitri Shostakovich; y Viento del Pueblo (poema sinfónico) de Juan Enrique Canet Todolí.

Otro de los actos que tendrá lugar además de la interpretación de estas piezas musicales, será la lectura de poemas de Miguel Hernández.

Buñol en el franquismo

Buñol fue uno de los pueblos de la geografía española que más contribuyó a la lucha contra el fascismo. Muchos de sus jóvenes ingresaron en las milicias cuando la República se vio amenazada por la sublevación militar del 18 de julio de 1936.

También los hubo que ingresaron en las fuerzas especiales del XIV Cuerpo de Ejército de Guerrilleros. Tras la derrota republicana, algunos de estos combatientes pusieron sus conocimientos sobre táctica en la lucha de guerrillas a disposición de la Resistencia.

Poco después, volverían a tener un papel protagonista en la resistencia antifranquista, organizando, dirigiendo o luchando en la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA), la organización armada de la posguerra más potente y combativa de las que lucharon contra el franquismo.