El día en que Okuda quiso pintar la cementera de Buñol

Lo que Okuda San Miguel ha conseguido con su estilo es a lo que aspira casi cualquier artista: ser reconocido allá donde deje su huella. La infinita variedad de colores, la actitud, el concepto y las formas geométricas convierten las intervenciones del artista cántabro en una seña de identidad reconocible allá por donde haya pasado, y aquello que toca, se convierte en objeto de peregrinación. Por eso, la oportunidad perdida de haber transformado la antigua cementera de Buñol en un lienzo para el polifacético pintor, todavía duele en Buñol. 

La exalcaldesa del municipio, Juncal Carrascosa, contó hace unos días en redes sociales las negociaciones que se llevaron a cabo entre el ayuntamiento y la empresa propietaria de la infraestructura, Cemex, para que Okuda interviniera en parte de esta instalación. 

Todo comenzó cuando el cántabro visitó el Campus Diversia, en Buñol, gestionado por la asociación cántabra Amica. Visitó este centro que desarrolla un proyecto socio-ambiental de Inclusión social, empleo y educación medioambiental para personas con diversidad funcional o personas en riesgo. Se desarrolla, además, en un entorno rural y en el medio natural.

En su visita, Okuda mostró su interés por pintar los silos de la cementera con dos objetivos: por un lado, llamar la atención sobre el Campus Diversia y el trabajo que realiza, pero por otro, como reconoce Carrascosa, convertirse en un reclamo turístico a través de la intervención del paisaje. «El esfuerzo y la intención que pusimos y no hubo manera, ojalá algún día vuelva a pasar ese tren». 

La exalcaldesa, a preguntas de Levante-EMV, explica que se intentó «por todos los medios» que Cemex permitiera visitar la fábrica vieja al equipo de Okuda y ver las posibilidades. «No hubo forma, por un tema de seguridad en las instalaciones y de seguros de responsabilidad. No podemos olvidar que es una ruina industrial», señala. Reconoce que fue una pena perder esa oportunidad que hubiera beneficiado a todos. Por un lado, el catálogo de intervenciones artísticas de Okuda habría crecido, a imagen y semejanza de lo que realizó en el Faro de Ajo en Cantabria, o en las Viviendas del Norte de València, junto a la estación de AVE Joaquín Sorolla. Cambiar la degradación por un lugar de culto y atractivo artístico y turístico. 

La exalcaldesa cree que tal vez la cementera reconsidere su negativa, ya que convertiría la cementera en una escultura a lo grande que diera la bienvenida a los visitantes ya no solo de Buñol, sino de cualquiera que llegue a València por la A-3.