Cambios en el Gobierno

David Cameron regresa al Gobierno británico como ministro de Exteriores tras la destitución de la ministra del Interior

El ex primer ministro vuelve a la primera línea por sorpresa para encabezar la diplomacia británica

David Cameron.

David Cameron. / EFE

Lucas Font

El exprimer ministro británico David Cameron ha confirmado su regreso a la primera línea política como nuevo ministro de Exteriores del Reino Unido. El nombramiento se ha producido poco después de la destitución de la hasta ahora ministra del Interior, Suella Braverman, quien estaba en el punto de mira desde hace días por sus críticas a los jefes de la policía Metropolitana, a los que acusó de favoritismos en el control y la vigilancia de las manifestaciones propalestinas. La salida de Braverman ha provocado una remodelación precipitada del Ejecutivo, con el traspaso del hasta ahora ministro de Exteriores, James Cleverly, a la cartera de Interior.

La entrada de Cameron en el Gobierno se venía especulando desde esta mañana, cuando el ex 'premier' se ha presentado en Downing Street por la puerta principal, ante la atenta mirada de las cámaras. Su confirmación como nuevo miembro del Gabinete ha llegado minutos más tarde, en la que será la primera vez que un exprimer ministro ocupa un cargo ministerial en más de 50 años. El último en hacerlo fue Alex Douglas-Home en 1970, quien también fue nombrado ministro de Exteriores por el entonces primer ministro, Edward Heath. Cameron ocupará un puesto en la cámara de los Lores para poder desempeñar su nuevo cargo.

El nombramiento de Cameron ha sido interpretado como un intento del primer ministro, Rishi Sunak, por captar a parte de los electores más moderados del Partido Conservador, desencantados con la deriva radical de la formación en los últimos años. El exprimer ministro lideró el Gobierno entre 2010 y 2016, cuando presentó su dimisión tras la celebración del referéndum del Brexit que aprobó la salida del Reino Unido de la Unión Europea. "Aunque pueda haber discrepado con algunas decisiones individuales, tengo claro que Rishi Sunak es un primer ministro fuerte y capaz, que está mostrando un liderazgo ejemplar en un momento difícil", ha asegurado Cameron a través de las redes sociales. "Quiero ayudarle a conseguir la seguridad y la prosperidad que nuestro país necesita y formar parte del equipo más fuerte posible que sirva al Reino Unido y que pueda presentarse al país cuando se celebren las elecciones generales".

Cese de Braverman

La destitución de Braverman se venía fraguando desde hace días, después de que la ya exministra publicara un polémico artículo en el diario 'The Times' en el que cargó con dureza contra los manifestantes propalestinos, a los que vinculó con la violencia y el terrorismo, además de atacar a los máximos responsables de las fuerzas policiales por sus presuntos favoritismos con las protestas convocadas por la izquierda. Unas palabras que no contaron con la autorización de Sunak y que han pesado con más fuerza en las últimas horas tras los disturbios provocados por radicales de extrema derecha al margen de la manifestación propalestina celebrada este sábado en el centro de Londres.

"Ha sido el mayor privilegio de mi vida servir como ministra del Interior... Haré más declaraciones en su debido momento", ha dicho Braverman a través de un escueto comunicado. Su salida del Gobierno ha provocado reacciones a favor dentro del Partido Conservador, entre ellas la del exministro en el Gobierno de Theresa May Rory Stewart. Una opinión que, sin embargo, no es unánime dentro del partido y que pondrá previsiblemente al ala dura de la formación en contra del primer ministro. Braverman ha sido la principal impulsora de la mano dura del Gobierno contra la inmigración irregular y gran defensora de las deportaciones de solicitantes de asilo a Ruanda, una medida sobre la que el Tribunal Supremo se pronunciará este mismo miércoles.

La ya exministra del Interior ha sido una voz incómoda para Sunak en el último año debido a sus duras declaraciones en asuntos como la inmigración irregular o los derechos de las minorías. Su fama de política insubordinada ha sido interpetada como un intento por marcar perfil propio de cara a una posible candidatura a liderar el Partido Conservador en caso de derrota en las próximas elecciones generales, algo que podría explotar todavía más tras su destitución. Su insubordinación ya le costó el puesto en octubre del año pasado, bajo el mando de Liz Truss, cuando envió un documento oficial a un diputado a través de su correo personal, incumpliendo el código de conducta ministerial. La ministra fue reincorporada en el cargo días después tras la dimisión de Truss y la llegada de Sunak a Downing Street.