Fiestas de vivir, fiestas de sentir

Fiestas que salieron de sus cenizas, fiestas que año tras año nacen del alma de cada uno de los casales falleros, fiestas que renacen en las calles con cada ‘plantà’, con cada acto fallero, con cada nota musical que nuestras bandas y charangas reparten por todos y cada uno de los barrios. Barrios y calles, calles que lucen serenas esperando el primer petardo de la despertà, una traca de emociones, de sentimientos de toda una germanor unida para disfrutar de estos días que llenan a toda València de color. Color por una fiesta patrimonio inmaterial de la humanidad, color de diversidad porque integra a todo aquel y aquella que quiere sentir la fiesta por sus venas, color de «mascletà» con calles a rebosar, color de nuestra preciosa indumentaria, color de nit del foc, color de flores para la nostra geperudeta y qué decir del color ardiente, la cremà, que con lágrimas de desenlace final en las cenizas quedarán y con cada plantà, recuerden, renacerán. María Rubio Marcos. sagunt.