La permanencia se hace de rogar en el Levante UD por su hemorragia defensiva, de la que no dejan de emanar goles en contra. Con un total de 60, el conjunto azulgrana es el equipo que más tantos ha encajado en contra en todo el campeonato. Como muestra, a falta de seis encuentros para la conclusión del torneo, ya se han recibido diez goles más que los 50 que se recogieron de la red en la campaña 2011-12, en la que el Levante UD logró la clasificación europea con un signo distintivo, el de la seguridad defensiva, que se ha evaporado por completo. Así se explican las veces que los «granotes» se han visto obligados a nadar a contracorriente, encomendándose a las remontadas.

Únicamente en cuatro ocasiones se ha mantenido la portería a cero. Fuera de casa ante Málaga (0-0), Granada (0-1), Córdoba (0-0) y sólo una en su estadio, contra el Deportivo (0-0), la única vez que no se encajaron goles en casa y la última vez que se consiguió en la Liga. Esa inseguridad defensiva en su estadio justifica el desencanto que un sector de Orriols ha manifestado con su equipo.

La debilidad tiene como una de sus causas probables la ausencia de una línea defensiva definida. En 32 jornadas, entre José Luis Mendilibar y Lucas Alcaraz han alineado 19 distintas líneas defensivas, recurriendo a un total de 12 diferentes jugadores, por orden de aparición: Pedro López, El Adoua, David Navarro, Nikos, Vyntra, Camarasa, Toño, Héctor Rodas, Iván López, Juanfran, Morales y Ramis.

Dos han sido las combinaciones que más jornadas se han sostenido, coincidiendo con las mejores rachas del equipo en Liga. Así sucedió en la primera vuelta, cuando el cuarteto formado por Iván López, David Navarro, Vyntra y Nikos se mantuvo durante seis jornadas, cinco de ellas consecutivas. Fue la defensa con la que se derrotó al Valencia en Orriols (2-1), y que empató ante Córdoba, Getafe y Real Sociedad. En la segunda vuelta, la línea integrada por Iván López, David Navarro, Ramis y Toño aguantó 5 jornadas (4 de ellas seguidas), hasta la sonora derrota en Vallecas.

La puntería contrarresta, en parte y en los duelos ante rivales directos, ese déficit. El Levante UD no es el equipo con peor balance goleador (-30, por los -36 del Granada), y tampoco es la escuadra que más disparos recibe, 413, por los 469 del Eibar. Un dato que, sin embargo, habla de la mayor eficacia rival para ver gol.