La necesaria comunión entre el Ciutat de Valencia y los jugadores del Levante UD se empezó a vivir intensamente durante la segunda parte del partido del viernes ante el Sevilla. Los de Emery, que habían arrancado el choque como un ciclón, fueron sucumbiendo poco a poco ante un bloque que, por momentos, empezó a funcionar como tal. Y ese esfuerzo, esa dedicación, se apreció desde una grada con ganas de fútbol y también de ver ya el primer triunfo de su equipo esta temporada. En esta ocasión no pudo ser, es cierto, pero no lo es menos que enfrente estaba todo un equipo de Liga de Campeones que se adelantó ya en el minuto 11 y que pudo irse al descanso con una ventaja mayor.

Con un panorama por delante con visitas a los estadios del FC Barcelona, Getafe y Real Madrid, todo parece indicar que el primer triunfo se producirá en casa. Aunque, como pasó la temporada pasada con la visita a Granada en la jornada cinco, estos primeros tres puntos se podrían repetir en esa misma jornada, aunque en este caso en Getafe.

De momento, los dos puntos con que cuenta el equipo le dejan con sensaciones positivas porque en los tres partidos se ha competido y se ha podido ganar. En el estreno liguero ante el Celta la expulsión de Simao Mate en el minuto cinco echó al traste toda la planificación de Lucas Alcaraz. Aún así, y pese al gol de Orellana en el minuto 41, el equipo siempre creyó y llegó a empatar, con un tanto de Verza, uno de los fichajes veraniegos que más rendimiento está dando.

El gol de Aspas en el 77´ echaba al traste todo el esfuerzo. Pero, sin duda, la mejor noticia de aquel encuentro fue que la afición ya se volcó con un equipo que respondió con dosis de esfuerzo y sacrificio. Estas eran buenas bases para asentar un matrimonio que ha de continuar durante toda la temporada, como ya ha pasado en campañas anteriores, para certificar cuanto antes la permanencia. Luego, ya ser verá si se pude optar a objetivos más gloriosos como ya sucedió en 2012 con el sexo puesto y la clasificación para la Europa League. Pero, de momento, hablar de eso suena casi tan lejano como que el hombre llegue a Plutón. Lo que sí queda patente es que, al menos de momento, el equipo transmite y la afición recibe y apoya como los de Alcaraz necesitan.

Tras la visita a Las Palmas donde se sufrió y se luchó al máximo para sumar el empate a cero goles, el equipo regresó el viernes a Orriols y allí estaba su gente para darle todo su apoyo. De nuevo, tocó sufrir, pero el desparpajo de Ghilas y Deyverson en ataque„ hay muchas esperanzas en esta pareja„ el entendimiento en el centro del campo entre Verza y Camarasa, autor del gol del empate, así como el asentamiento en el once de Feddal y Jose Mari o las buenas paradas de Rubén evitando males mayores, resultaron fundamentales y son síntomas de que hay margen de mejora.

En los últimos cinco años el Ciutat ha sido clave para certificar la mejor racha en primera de la historia. En todas las campañas se han conseguido la mayoría de puntos ante la propia afición, destacando la de 2011/12 cuando se sumaron 36 de los 55 totales, o la 2014/15 en la que 24 de los 37 puntos se consiguieron en casa en una de las temporadas en las que más se ha sufrido para lograr la salvación. Por cierto, seis de ellos fueron con empates, con lo que no hay que menospreciar le punto del otro día. De momento, el record de triunfos como local se sitúa en los 11 logrados en la histórica temporada que acabó con la clasificación europea. El listón está alto, pero aún hay tiempo para emular tales números.