el Camp Nou, con todo listo para la fiesta del Barça campeón, no parece el mejor escenario para remachar la goleada al Betis, sumar y seguir escapando de las calderas del descenso. Sólo cuatro equipos han puntuado ante un rival arrollador: venció 3-4 el once de Setién, precisamente, y empataron Girona, Athletic y Valencia. En el contexto de su vértigo arrollador, el Barça de Messi sólo ha dejado escapar dos puntos más a domicilio que en casa.
Y desde luego al Llevant no se le ha dado nada bien, por más que el 0-5 de Orriols fuera muy engañoso. En Copa, la escuadra granota fue muy superior en la ida y desaprovechó ocasiones para haber puesto más a favor la eliminatoria. Coutinho de penalti maquilló la derrota muy al final (2-1). En la vuelta, con el caso Chumi en todos los medios, el Llevant mostró su peor cara de la temporada hasta ese momento: saltó al césped derrotado, como una res camino del matadero, con toda la confianza puesta, no en su fútbol, sino en los servicios jurídicos del club.
La victoria (3-0) de un FC Barcelona que no se despeinó ante el Llevant más indolente del año iniciaba un periodo de tinieblas que nos ha traído a merodear los abismos. Tras la eliminación copera se venció al Valladolid en el Ciutat, pero después llegó la hecatombe de Sevilla, el encuentro que dejó al descubierto todas las costuras de este grupo que había alimentado tantas ilusiones. Y llegó una sola victoria en 13 partidos. Nervión permitió atisbar que, con esa actitud, la escuadra levantina pasaría problemas, como está sucediendo.
Así las cosas, me sorprendería cualquier otra cosa que un Llevant más pendiente de conseguir camisetas del rival que de plantear una final a cara de perro y agotar una opción, por remota que parezca, de sumar en un estadio en el que jamás lo ha conseguido, a veces por los pelos. Seguro que no quedará por Paco López. El problema es que él no viste de corto.
Sin embargo creo que, por difícil que sea, los jugadores deberían asumir que, con la misma ambición del miércoles, el triunfo es posible: con intensidad y concentración máximas, con fe en las propias posibilidades, con un sistema defensivo sólido. Jugarse la temporada a cara o cruz ante el Rayo puede ser terrible y desde luego no será sencillo. Por eso no hay que desestimar ni la mínima opción de puntuar. No quiero ni pensar en llegar a Montilivi con los deberes aun por hacer.
El Camp Nou está engalanado. Tal vez hasta se confíen. En todo caso, el Llevant debe hacerse respetar y darlo todo para aguar la fiesta, conseguir el hito de puntuar al fin en Ca'n Barça y acercarse así a la permanencia. La única opción de éxito es la convicción y salir a morder desde el minuto 1.
