El anuncio de la renovación del área deportiva es el pistoletazo de salida definitivo para la planificación de las dos próximas temporadas, un periodo que para el Levante va a continuar marcado por el apretado corsé del fair-play por un lado y la realidad por el otro de que hasta 17 jugadores pueden acabar contrato de aquí a 2022. Sin contar los posibles traspasos, en este momento hay ocho jugadores con contrato del primer equipo que podrían quedar desvinculados el próximo junio y nueve más que a partir de esa fecha entrarán en su último año en vigor. Se viene, por tanto, un periodo de reestructuración que se presume clave para el futuro del club y en el que hay que empezar a tomar decisiones ya mismo. En el calendario la primera es la de Pepelu, cuya opción de prórroga por una campaña más expira el próximo 31 de marzo. Está decidido y comunicado que va a ejecutarse, aunque la verdadera partida será en verano.

Quitando a Pepelu, los jugadores que terminan contrato este junio y que más opciones tienen de seguir en la plantilla por su rendimiento son Postigo y Duarte, incluso con independencia de que lo puedan hacer o no de manera automática. En el caso de Postigo renueva otro año si juega más de 45 minutos en 25 partidos oficiales, un requisito que ha cumplido en 19. Y en el de Óscar Duarte si completa el 60 por ciento de los minutos, algo que está a aproximadamente unos 200 de lograr, lo que le llevaría tres o cuatro partidos.

Bastante más complicada pinta la continuidad de Rochina, con el que las negociaciones siguen aparcadas desde hace meses y no ha habido ningún gesto para reactivarlas. También peliaguda es la de Toño, en cuyo contrato hasta 2023 hay una cláusula de escape si juega menos de 25 partidos, cifra a la que es seguro que no llegará porque lleva 14 y faltan 10. El club va a ejecutarla y ya peina el mercado de laterales izquierdos, mientras que también el futbolista está por la labor de cambiar de aires tras haberse visto relegado por Clerc. Tras su grave lesión queda libre también Doukouré, lo mismo que el canterano Ferni, mientras que con otro como Arturo Molina, cedido en el Castellón y renovado hasta 2024, hay también una ventana de la que podría echarse mano.

En su último año de contrato a partir de junio entrarán otros nueve futbolistas, algunos de ellos auténticos indiscutibles, casos de Bardhi y Clerc. Con ambos, eso sí, hay cláusulas firmadas para renovar. Con el macedonio por dos temporadas más y con el catalán por una si disputa al estilo de Postigo más de 25 partidos oficiales o al de Duarte un porcentaje determinado de minutos.

Una cláusula automática de ampliación por dos años tiene también Dani Cárdenas, aunque el suyo es un caso que podría acabar pasando por una revisión o fase de estudio para valorar su proyección a futuro. También en el contrato de Hernani hay una cláusula adicional, lo mismo que en el de Sergio León, que debería llegar a una cifra de partidos oficiales y marcar 10 goles para que se activara de manera automática. Ambos, sin embargo, parten como candidatos a una posible salida este verano, en especial el portugués, cedido desde el pasado octubre en el Al-Wehda saudí.

Coke Andújar, Radoja, Koke Vegas y Vukcevic, el jugador más caro de la historia, son los otros cuatro que acaban en 2022, todos ellos sin cláusulas específicas.