Si no hay salidas no habrá central. El Levante entró en este mercado estival con la firme intención de acometer tres contrataciones. Una era la de un lateral zurdo y ahí el preferido es Enric Franquesa; otra era la de un delantero y el escogido ahí es Roberto Soldado; pero con el central hay cambio de planes.

En el club saben que Ruben Vezo es un activo con relativo valor de mercado y esa circunstancia unida a la necesidad de tener que cuadrar números vendiendo por valor de 16’5 millones hace que la prioridad sea darle salida a él. Sin embargo, en la ecuación entra también el nombre de Róber Pier, un futbolista con contrato hasta junio de 2023 y que pese a su polivalencia se considera también prescindible.

Quico Catalán dijo en su comparecencia ante los medios da hace un par de semanas que ahora todos los jugadores del levante son transferibles y la afirmación parece lógica teniendo en cuenta el estrechó corsé económico que oprime al club y al mismo tiempo al resto de clubes, pero eso no impide que haya prioridades en la hoja de ruta y es ahí donde ahora mismo emergen los mencionados Vezo y Rober Pier.

Con Postigo recién renovado y Óscar Duarte en la misma situación tras haber alcanzado el objetivo que partidos que había en su contrato para ampliar su contrato una temporada más, son los otros dos centrales los que están en la rampa de salida. El orden es primera Vezo siempre y cuando se ingrese un buen dinero por él y después Róber Pier. Solo si sale uno de ellos el Levante saldrá al mercado a por un sustituto y por eso ahora mismo la prioridad ha cambiado.

El Levante está preparado para fichar a un zaguero cuando caiga la primera ficha del dominó, pero de momento apunta en otra dirección que no es otra que la de un extremo, si puede ser zurdo que pueda jugar en banda derecha. Ahí el Levante ha contactado ya con Óscar Plano, futbolista del Real Valladolid que pese al descenso del conjunto pucelano no queda libre. De hecho ese es ahora mismo el principal escollo de la operación ya que la entidad blanquivioleta. En la lista de la secretaría técnica granota se encuentra todavía el extremo madrileño, pero la postura del conjunto vallisoletano hace que las negociaciones estén cerca de concluir sin llegar a un acuerdo. El cuadro que esta temporada dirigirá José Rojo Pacheta no dejará salir a cualquier precio a uno de sus mejores jugadores que además tiene una cláusula de rescisión de 25 millones. Es obvio que los pucelanos no piden esa cantidad que está totalmente fuera de mercado, pero es que aunque el precio fuese netamente inferior el Levante difícilmente puede acometer un traspaso de 2 o 3 millones.