Tres días después de que el club tomase una decisión fulminante con la esperanza de cambiar su rumbo en Primera División, el Levante, casi de imprevisto tras un inicio de semana frenético, inicia su andadura en la Copa del Rey sin perder de vista los múltiples frentes que tiene abierto el club. La destitución tanto de Javi Pereira como de la dirección deportiva no solo obliga a resetear por segunda vez esta temporada el chip, sino que otea en el horizonte un nuevo ciclo en Orriols que, precisamente, arranca en el contexto donde el Levante dio su última muestra de orgullo. Unas semifinales contra el Athletic que, pese a que ocupen un lugar de prestigio, iniciaron una travesía por el desierto debido a un gol de Berenguer en la prórroga y a falta de ocho minutos del final.