Es una historia con final feliz, aunque hubo momentos de tensión. El 4 de febrero, voluntarios de la asociación Reserva de Valdeserrillas, junto a la Guardia Civil, rescataron a una pequeña corza que había sido atropellada en la CV-390, una carretera que une Utiel con Tuéjar y atraviesa una reserva natural con todo tipo de especies de fauna y flora.
Los voluntarios encontraron a la corza malherida, con un fuerte golpe en las costillas. Se dejó manipular por sus rescatadores y fue Juan Carlos Ballester, uno de los voluntarios de la asociación, quien la resguardó en el patio interior de su casa. La visitó una veterinaria de Barchel para comprobar el estado del animal lo antes posible y dio la voz de alarma al pronosticar que debía tener un derrame interno al estar sangrando por la nariz.
Fue entonces cuando llamaron al Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de El Saler para que fuera revisada por un equipo veterinario y le hicieran las radiografías de rayos X pertinentes para conocer el estado del animal. Entonces, Ballester aseguró que el animal "estaba muy manso, ha sido el primero que se dejó tocar y cargar para llevar en el coche pese a que son muy huidizos".
La previsión de lo que podía pasarle no parecía muy optimista. Sin embargo, cinco días después de ingresar en el centro de recuperación de El Saler, Ballester llamó por teléfono para interesarse y le indicaron que el animal se iba recuperando: ya se ponía en pie y estaba espabilada. El mismo martes, tras varias consultas por parte de vecinos y voluntarios del entorno natural, Ballester aseguró que los veterinarios veían con buenos ojos la recuperación de la corza, que ya no se dejaba tocar tan fácilmente y le anunciaron que en los próximos días sería puesta en libertad.
Dicho y hecho. Ayer, fue soltada por parte de los agentes medioambientales en la misma zona donde se recogió. "Nos miró y en unos pocos brincos, desapareció entre los pinos más cercanos", señaló Ballester. Según pudo saber, "mejoró en pocos días y ya estaba muy nerviosa de estar en un recinto cerrado al ser un animal salvaje". Además, quisieron soltarla en el entorno de La Roda, pero el agente medioambiental de Benagéber, José Luís, "insistió en que fuera soltada donde se recogió".
