Un clásico del verano que ha vuelto: el botellón. Los operarios de limpieza de Xàbia se afanaron en la mañana de ayer en limpiar la suciedad que dejaron decenas de jóvenes que, alrededor de la discoteca Molí Blanc, realizaron esa madrugada botellón. Los vecinos denunciaron que la música que salía de los altavoces de los coches no les dejó pegar ojo. Las calles amanecieron, como se observa en la foto, repletas de suciedad. Este verano, al menos hasta ahora, no había habido quejas por el botellón.