En sus visitas a los centros de salud y consultorios de la Marina Alta, la directora de Alta Inspección Sanitaria, Isabel González, se topaba hasta ahora con deficiencias similares de falta de médicos y saturación de pacientes (una cosa lleva a la otra). Pero ayer, en Pedreguer, se encontró con un alud de carencias. El centro de salud lleva en funcionamiento 35 años y apenas ha cambiado. González, con todo, ya conocía los problemas de un edificio que está totalmente obsoleto.

La concejala de Sanidad, Inma Puigcerver, le recordó que las reformas pendientes ya se enumeraban en un informe de octubre de 2015 realizado por la propia inspección de la conselleria de Sanidad. Además, la empresa concesionaria de la sanidad en la comarca, Marina Salud, ha valorado económicamente las obras. Poner al día este centro de salud cuesta 196.128 euros.

Puigcerver advirtió que las instalaciones «no reúnen condiciones para ser utilizadas con dignidad». No están adaptadas para personas con movilidad reducida. Dijo que los vecinos y profesionales tienen que «aguantar estoicamente» el olor a alcantarilla. El centro de salud carece de ascensor y los médicos se ven obligados a bajar a la planta baja para atender a pacientes que no pueden subir las escaleras.

Además, incidió Puigcerver, el personal sanitario siempre tiene los cubos a mano, ya que cuando llueve hay goteras que obligan también a colocar en la sala de espera mantas y empapadores.

La concejala y también el alcalde, Sergi Ferrús, le insistieron a la directora de Alta Inspección en que también urge construir el nuevo centro de salud, que está pendiente desde hace más de una década. «Por necesidad y justicia, la ciudadanía de Pedreguer debería estar disfrutando de esa nueva infraestructura desde hace tiempo», recalcó el alcalde.

El actual edificio carece también de salas de rehabilitación y de preparación al parto. Ferrús indicó que resulta «inadmisible» que no tenga celador por las noches. Además, el viejo centro de salud está en el centro del pueblo y se accede por calles estrechas. Los vehículos sanitarios tienen que maniobrar mucho para llegar hasta allí.