La Marina Alta ya sabe donde tiene el corazón. En Pego. Los ullals de la Marjal son los ventrículos. Bombean, claro está, agua. Pego presentó anoche su nueva marca turística. El logo lo forman una garza que levanta el vuelo y los cañaverales del parque natural. Y el eslogan es «Pego, el cor de la Marina». Eugeni Alemany protagoniza un vídeo que en nada va a comenzar a circular en las redes. Lo más divertido es descubrir los giros dialectales de los pegolinos. Gracejo tienen para regalar.

La concejala de Turismo, Rosa Ferrer, explicó que el municipio no está ni en el litoral ni en la montaña. Y ese situarse a medio camino le ha permitido mantener la «autenticidad». «No estamos ni masificados ni aislados», subrayó. Y, al mismo tiempo, Pego es un tesoro natural. Tiene la Marjal y es la puerta a las montañas de la Marina (en el pueblo también hay magníficas rutas de senderismo).

Las maravillas de Pego ya se pueden empezar a paladear. El municipio, además de marca turística, lanza dos paquetes para atraer a visitantes El llamado «del Bullent» es de un día. Incluye excursiones en bici por el Marjal, surcar en barca el Salinar, visitar el museo del arroz, pasear por el centro histórico, degustar la crosta, ese arroz único que se cocina en Pego, y beber zumo recién exprimido. El segundo, bautizado «de l'Ambra», suma a todo lo anterior hacer noche. Alemany convino que Pego tiene encantos a manta, pero si se ha ganado el «cor» de la Marina es por sus vecinos.