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Ondara compra un molino del XVIII y empieza a recuperar su ingente patrimonio hidráulico

El ayuntamiento adquiere el Molí Coví, uno de los 16 que se construyeron en la cuenca del río Girona, por 21.000 euros - Lo restaurará y hará visitable

Ondara compra un molino del XVIII y empieza a recuperar su ingente patrimonio hidráulico

Agua pasada no mueve molino, pero la cultura y la recuperación del patrimonio sí pueden poner en marcha una maquinaria que lleva como poco un siglo criando polvo y telarañas. El pleno de Ondara dará luz verde este jueves a la adquisición del Molí Coví. Está en la cuenca del río Girona, donde desde tiempos remotos se construyeron molinos de agua. La molinería en la Marina Alta, como han constatado los historiadores y arquitectos Jaume Doménech y Josep Ivars, tiene «origen árabe».

Los más modernos de los 16 molinos que llegaron a funcionar en la ribera del Girona se construyeron en el siglo XVIII. A finales del XIX y principios del XX dejaron de funcionar y se abandonaron.

Desde entonces el patrimonio hidráulico no ha hecho más que declinar. En el Girona e incluso en la ladera de la sierra de Segària quedan impresionantes balsas, acequias y acueductos que se caen a trozos.

Ondara ya ha puesto la primera piedra para empezar a rescatar esos tesoros etnológicos y arquitectónicos. La adquisición del Molí Coví (también conocido como Molí Cabrera y Molí de Pepe Tono) ha tropezado con más de un obstáculo. El alcalde, José Ramiro, llegó hace un año a un acuerdo de compra con los propietarios. Pero surgieron problemas burocráticos que atañían a los dueños. Ahora, por fin, se cerrará la operación.

La parcela abraza 6.839 metros cuadrados de suelo no urbanizable agrícola (son campos de naranjos). El molino, que es Bien de Relevancia Local (BRL), tiene 230 m2. Pese a que está deteriorado, es de los mejor conservados de la Comunitat Valenciana. Mantiene tres muelas y parte de la antigua maquinaria. Como conjunto etnológico no tiene precio. Pero como propiedad, sí. El consistorio lo adquirirá por 21.000 euros.

Ondara lo restaurará y hará visitable. El alcalde se declara «orgulloso» de conseguir que este vestigio del histórico aprovechamiento del río Girona «sea de todos los ondarencs». Renacerá para uso cultural.

El Molí Coví es la punta de lanza de la recuperación del patrimonio hidráulico del Girona. Ya era hora. Ese aprovechamiento ancestral del río había quedado orillado por otros «monumentos» que no ofrecen una imagen tan amable del río Girona. El arco del antiguo puente de Beniarbeig que se llevó la riada o la fallida presa d'Isbert revelan un río indómito. Los molinos transforman su furia en energía civilizadora.

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