Ahora que están de moda los retos egocéntricos (el no va más es hacer cola para coronar el Everest), Carlos Siscar Blay, vecino de Pego, maestro de educación física y corredor popular, reivindica que el esfuerzo solitario de correr, de correr maratones, «puede transformarse en un proyecto solidario». Carlos se ha embarcado en el reto «Esperança 506». Correrá en un año nada menos que 12 maratones. Es una hazaña superlativa. Se enfrentará cada mes a esa frontera de los 42 kilómetros. El maratón lleva al límite la resistencia física y mental. Es la prueba más extenuante.
Carlos completará 12 veces esos 42 kilómetros (506 kilómetros en total) y lo hará para recaudar fondos para la investigación contra el cáncer. El dinero irá a la Associació contra el Càncer Esperança de Pego, que, a su vez, lo donará al Incliva y al IVO.
Carlos Siscar sabe de sobra lo torturante que es el maratón. Ha corrido y acabado 72. Comenzó a participar en pruebas de atletismo popular en 1994. Ha perdido la cuenta de los miles de kilómetros que lleva en las piernas. Pertenece al club Dorsal 19 de Pego y al de Fondistes Rapitencs, de Sant Carles de la Ràpita (Tarragona). Es un enamorado del maratón.
Ahora cumple 25 años en el mundo del atletismo popular. Además, en 2020, celebra su 50 cumpleaños. Tenía claro que quería hacer algo especial. Cada zancada debía tener sentido. Su sacrificio y su esfuerzo debían ser más generosos que nunca.
Carlos presentó su reto el miércoles en la Casa de Cultura de Pego. Se sintió arropadísimo por su familia, sus vecinos y sus amigos. Explicó que decidió dar sentido solidario a ese «tour de force» de maratones que iniciará ya mismo (el 22 de junio participa en el maratón de Almagro) porque el cáncer es una enfermedad que «nos toca a todos de cerca». «Conozco a mucha gente del mundo del atletismo y tengo familiares y amigos que han sufrido la enfermedad y están sufriéndola. Desgraciadamente, algunos no están aquí con nosotros porque no la han podido superar».
El atleta popular de Pego se emocionó al recordar a las personas de su entorno que se han enfrentado al cáncer. Citó, entre otros, a José Pa de Quilo y Ramón Sendra, quienes fueron miembros del club de atletismo Ambra.
El reto ya está en marcha. Carlos se ha preparado a conciencia. Quienes quieran implicarse en esta carrera de fondo solidaria pueden apadrinar un maratón o varios o hacer donativos. Mientras, las empresas patrocinan la camiseta o apadrinan los doce maratones, seis o tres.
La comarca de la Marina Alta es de natural altruista. Las empresas que ya se han sumado son Baleària, Portal de la Marina, Fitness Pego, FBR Concept, Trans Avellà, Clínica Pego, Jaume Aluminis y Tramuntanet. El Ayuntamiento de Pego, cuyo edil de Deportes en funciones, Raúl Tamarit, también pertenece al club Dorsal 19 y es corredor popular, también le ha brindado a Carlos su apoyo.
El día 22 Bay (así se le conoce en el mundillo de las carreras populares), se calzará las zapatillas y empezará sin prisa pero sin pausa (ese es el ritmo de los maratonianos) a sumar kilómetros solidarios. Le espera un año agotador, pero tremendamente ilusionante. Correrá los maratones de Almagro, Jaén, río de Boedo (Báscones de Ojeda, que está en Palencia), Vinyols i els Arcs (Tarragona), Ciudad Real, Los Alcázares (Murcia), València, Tarragona, Castelló, Barcelona, Eivissa y Vitoria. De junio a mayo, no descansará ni un sólo mes.
Además, habrá un maratón número trece. Será en Pego. Y falta un año justo (será en junio de 2020). Carlos Siscar, si todo va bien, ya llegará a esa última cita con la satisfacción de haber culminado su particular Everest solidario. Mirará atrás, a los 12 maratones de apoyo a la investigación del cáncer, y tendrá el convencimiento de que cada kilómetro ha valido la pena.
