Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Aniversario

Cuarenta años de la peña de Xàbia que reinventó la fiesta de Fogueres

L'Escaldà rescató la mágica tradición de "Els Focs" de Sant Joan, hoy fiesta de interés turístico, y ha convertido su casal en un museo de antiguos oficios

Cuarenta años de la peña de Xàbia que reinventó la fiesta de Fogueres

L'Escaldà, la peña decana de les Fogueres de Xàbia, la que reinventó esta fiesta e impulsó los que ahora son sus actos más auténticos (sobre todo, el de els Focs de Sant Joan), cumple 40 años. Y es curioso que naciera de una fiesta de amigos que escandalizó a la clerigalla local. Pep Espinós, uno de los fundadores, recordó ayer que varias cuadrillas de amigos decidieron «casar» a una de las parejas de aquel grupo embrionario de l'Escaldà. Era, por decirlo de alguna manera, una boda teatral.

El propio Espinós pidió al cura que le prestase la sotana. El sacerdote se negó en redondo. ¡Tremenda herejía! Espinós acudió al sacristán y al vicario. Ambos ya estaban advertidos. Lo de vestirse de «retor» estaba complicado. Pero Pep Espinós se las ingenió para hacerse con una sotana, una estola y hasta un bonete. Y ofició el casorio. Los invitados acudieron disfrazados con extravagantes trajes de época. Los amigos se lo pasaron tan bien que quisieron compartir la broma. Representaron la boda en las carrozas de les Fogueres.

L'Escaldà siempre ha sido de compartir. De compartir fiesta y cultura. Era el año 1979 y la peña ya hacía su primera gran contribución a les Fogueres de Xàbia: el humor. Y, ojo, aquello era sarcasmo en clave xabienca. Todo un género.

A partir de entonces, l'Escaldà desplegó imaginación y tradición. Sacó en las cabalgatas incluso un lagar con una prensa de vino (y todo auténtico). Se convirtió en costumbre que sus integrantes repartieran a todo el mundo un souvenir de la cultura tradicional (por ejemplo, una botellita de aceite de oliva casero).

Luego, la peña escarbó en la esencia ancestral de Les Fogueres. Se conmemora, en realidad, el solsticio de verano. Es una fiesta de origen pagano. L'Escaldà rescató entonces el acto que hoy en día es el más singular y mágico, el de els Focs de Sant Joan. «El primer año nos juntamos unas 200 personas. Ahora son miles», explicó ayer Pep Espinós, que rememoró que en aquellos primeros «Focs» participaban la Romàntica Alternativa del Saladar y uno de sus grandes músicos, Pep Bas Coeta.

El ritual consiste en saltar las fogatas que se prenden en el casco antiguo de Xàbia. Los vecinos y visitantes portan las coronas de vidriella (Clematis flammula), una planta trepadora a la que se atribuyen poderes esotéricos.

Els Focs de Sant Joan son ahora fiesta de interés turístico de la Comunitat Valenciana. L'Escaldà los organizó durante la tira de años. Recopiló la información para ese reconocimiento. Pero luego le dieron la patada. La apartaron de un ritual que, poco a poco, va perdiendo espontaneidad. La fiesta popular tiene su intríngulis. Hay que conocerlo.

Esta peña ha convertido su casal, que está en una preciosa casa de arcos de piedra tosca, en un auténtico museo. Están los utensilios de escaldar la pasa y de vendimiar. El último reconocimiento que ha recibido la peña es su nombramiento como socio de honor de la asociación Riurau Vius.

Otros tesoros que l'Escaldà guarda en su casal son un carro de chambitero y una colección de antiguas herramientas de carpintero. Estos utensilios, donados por Benjamín Moya Bolufer (pertenecieron a su abuelo), también los utilizaban los mestres d'aixa, los artesanos que construían y reparaban los barcos.

Todo aquí es tradición. La cultura popular está en el aire. Pep Espinós, que es cantador, se arranca con esta maravillosa estrofa: «Marieta, filla meua, no et cases amb llaurador que et farà collir bajoques quan més apreta la calor».

Compartir el artículo

stats