El promotor de un restaurante en la última parcela virgen de primera línea del Segon Muntanyar de Xàbia tensa la cuerda. Ayer inició las obras. Una máquina perforaba la piedra tosca. Este terreno es el último que queda libre de construcción. Todo este franja litoral está ocupada por chalés en primera línea y por bloques de apartamentos en segunda.

El promotor ya valló a principios de julio esta parcela. Pidió licencia. El ayuntamiento no se la dio y le abrió expediente. No es el primer encontronazo. Ni el más grave.

El pleno revocó hace unos meses la licencia para la construcción de un restaurante en este terreno. Aprobó una declaración de lesividad. El gobierno local, del PSPV, consideró que ese permiso de obras dañaba el interés general y contradecía la protección que a este suelo se le da en el nuevo plan general estructural, aprobado inicialmente y que está pendiente de que el Consell le dé el visto bueno.

Así las cosas, las obras que ayer se iniciaron no están amparadas por una licencia. No lo entiende así, sin embargo, el promotor, que ha recurrido la declaración de lesividad. Sostiene que se le otorgó un permiso y que el uso turístico y hostelero de este terreno es «compatible» con la actual normativa urbanística.