No hay pueblo que se salve de los vertidos incontrolados. Colchones, muebles, electrodomésticos averiados, restos de podas... la basura se acumula junto a los contenedores. Hay una epidemia de incivismo que los ayuntamientos de la Marina Alta no consiguen detener. Los residuos que se pueden encontrar son de lo más inverosímil. En los contenedores del inicio del Camí dels Garcia, en la partida litoral de la Fustera, se han tirado incluso carteles de bocas de incendio. Deberían estar en los hidrantes y facilitar que, si se declara un incendio, los bomberos encontraran en seguida esas tomas de agua. Pero han acabado en la basura. Esta zona de contenedores está a rebosar de residuos.