Empieza a apretar el calor y vuelve el cínife más sanguinario (por su insaciable apetito de sangre). Las lluvias de las últimas semanas y días y ahora la subida de las temperaturas han creado las condiciones ideales para que eclosionen las larvas de mosquito tigre. Estos insectos ya han martirizado a numerosos vecinos de la Marina Alta. Al de la fotografía, que con el confinamiento se aficionó a la horticultura de andar por casa (plantar en macetas y minúsculos jardines), los mosquitos le han dejado las piernas como a un eccehomo. Las picaduras se han convertido en heridas. Para estos menesteres agrícolas se hace imprescindible el pantalón largo. Los mosquitos tigres se tiran a la carne.

La aparición en primavera de estos molestos cínifes ha decidido a los ayuntamientos a empezar a fumigar los imbornales, que es donde los insectos encuentran su "caldo de cultivo". El de Teulada-Moraira ya ha puesto en marcha la campaña de fumigación contra el mosquito tigre, que se prolongará hasta octubre. El objetivo es prevenir y minimizar la presencia de un insecto que ya ha sido un incordio en los últimos veranos.

El consistorio de Teulada-Moraira recuerda a los vecinos la importancia de seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias para evitar la propagación del insecto: evitar recipientes con agua estancada en el exterior de las viviendas como cubos o platos bajo tiestos; mantener en buenas condiciones higiénico-sanitarias las piscinas particulares y no acumular agua con el riego por goteo.

"El método más eficaz contra los mosquitos es la prevención y, por ello, es indispensable que todos asumamos el compromiso y sigamos las indicaciones que se dan desde las administraciones públicas. La fumigación cumple una importante labor, pero la prevención es imprescindible para garantizar que no haya plagas durante los meses de calor", ha comentado Mamen Botija, concejala de Sanidad.