Lo del camarote de los hemranos Marx no tiene, en estos tiempos de la pandemia, ni pizca de gracia. Bañistas que en la tarde de ayer disfrutaban del mar y el buen tiempo en la Cala Blanca de Xàbia se sorprendieron de que algunas embarcaciones estuvieran repletas de tripulantes. Tomaron fotografías. A bordo no se cumplía la distancia social. Ni entre los ocupantes ni entre las embarcaciones, abarloadas para que las tripulaciones pudieran saltar de una a otra. Las normas que han regido este verano en las playas, de limitación de aforo y distancia interpersonal y entre los grupos (en este último caso de 2,5 metros), se disuelven mar adentro.

El auge del turismo náutico ha ido a más en este verano del coronavirus. Los navegantes todavía están disfrutando del mar en este mes de septiembre. Los dos últimos fines de semana han sido de sol y mar en calma, condiciones óptimas para apurar el verano náutico. Pero en el mar tampoco hay que bajar la guardia.