Los calendarios que cada año editan la Fundació Cirne y la Imprenta Botella de Xàbia siempre tienen historia. El de 2022 rescata una fotografía de 1894 del faro y del semáforo del cabo de Sant Antoni. Es una de las primeras imágenes conocidas de este faro, que se encendió en 1855 y que corona un acantilado de 155 metros de altura. Allí arriba se tiene esa sensación de hallarse en el límite, en el fin del mundo. El paisaje de la foto es, ciertamente, inhóspito. La persona que está más próxima tiene gesto circunspecto. Pero en el faro se atisba bullicio. Hay vecinos en la torre y en el tejado. Se ve también un burro que lleva unas alforjas con cántaros. La imagen, que pertenece al archivo de la Fundació Cirne y, en concreto, a la colección Antonio Chorro, tiene también su punto de actualidad. El faro se convertirá ahora en un centro de interpretación de la reserva marina y el parque natural del Montgó.