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El palacete del siglo XIX de la filántropa de Benissa Dolors Piera, una ruina

Un árbol ha caído sobre la torreta y la cúpula y la cubierta se ha venido totalmente abajo

La cúpula vidriada, uno de los elementos más valiosos, está muy deteriorada

La casa en la que vivió la filántropa de Benissa Dolors Piera Torres (1887-1916) es una ruina. Está protegida. Y forma parte de la historia del municipio. Presenta elementos tan destacados como la torreta coronada con una cúpula de tejas vidriadas azules y blancas. Pero está destrozada. Un árbol se ha desplomado sobre la cúpula y ha causado tremendos estragos. Prácticamente no queda nada de la cubierta. Las vigas, que están podridas, no han soportado el abandono. Los frescos de una de las estancias, resquebrajados y muy deteriorados, son un destello del antiguo esplendor de este palacete. Ese techo de las pinturas está combado y amenaza con hundirse.

La cubierta se ha venido abajo totalmente

La casa, conocida como el Asilo Viejo o Villa Piera, lleva abandonada desde 1971. Fue entonces cuando se abrió en el centro de Benissa la residencia de mayores de San Joaquín y Santa Ana. Este inmueble, que hasta entonces había funcionado como residencia, se quedó sin uso. Empezó su decadencia. Se nota que ha sido refugio de sintechos.

Los frescos, resquebrajados y deteriorados, son un destello del antiguo esplendor

Esta histórica casa pertenece a la Fundación Asilo de Nuestra Señora de los Dolores, San Joaquín y Santa Ana. Aquí vivió Dolors Piera Torres, de la poderosa estirpe de los Torres Orduña, hasta su muerte en 1916. No tenía hermanos ni hijos. Legó todos sus bienes y las rentas de sus tierras para la puesta en marcha de una institución que diera asilo a los ancianos pobres. La residencia de mayores de Benissa responden a esa última voluntad. La citada fundación subastó en 1969 los bienes rústicos de la herencia. Se los quedaron los arrendatarios y también empresarios del sector inmobiliario que ya presentían que esos terrenos se iban a revalorizar. En 2006, una mercantil del sector de la sanidad privada se interesó por adquirir el palacete de Dolors Piera, entonces ya muy deteriorado. Quería construir una clínica privada. La operación no cuajó.

La casa -lo que queda de ella- se alza en un promontorio de la partida Bellita. Las vistas son magníficas. Se divisa el perfil de Benissa, la Solana y la Serra de Bèrnia.

La casa de Dolors Piera y antiguo asilo es hoy una ruina

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