Dénia homenajea a los 49 fusilados de la dictadura franquista

La Ley de Memoria Democrática trata de reparar "la gran catástrofe moral que permitió en este país esconder a las víctimas de la barbarie", tal y como expuso el alcalde de Dénia, Vicent Grimalt el pasado año. Ahora, de nuevo los socialistas de la Marina Alta realizan un homenaje el próximo domingo 5 de noviembre a las 12:00 horas en el cementerio de Dénia en el que recordarán a los fusilados por la represión de la dictadura franquista. La idea es recordar a las personas asesinadas en el paredón dianense por sus ideales republicanos, por el régimen represor y dictatorial.

Vicent Grimalt, alcalde de Dénia, y Matías Alonso, secretario de Memoria Histórica de la Comunitat Valenciana asistirán al tradicional y emotivo homenaje, que lleva años organizándose, tal y como ha explicado Grimalt. Además, ha anunciado que el acto se dedicará a todas las personas fusiladas durante o después de la Guerra Civil. La idea surgió por parte de las asociaciones de Dénia y Pedreguer y ha sido extendido para el resto de asociaciones de la comarca.

Con la celebración del homenaje se pretende devolver la dignidad de estas personas que también están reconocidas en la placa instalada hace ya unos años. El pasado año la conmemoración cobró un sentido especial e incidió en la necesidad de recordar a las víctimas, así como ofrecerles la visibilidad que se le ha negado durante años. Para el alcalde este homenaje siempre es "muy emotivo y conmovedor" a la par que recuerda una tristeza inevitable. A pesar de esto, Grimalt considera que ahora también está presente la esperanza.

Ya es una tradición

El pasado año los asistentes, cada año más numerosos, leyeron en voz alta los nombres de los 49 asesinados. Ante el muro «herido» por las balas, habló un año más Fernando Oltra Cardona, un vecino de Pego de 89 años a cuyo padre fusilaron aquí. Allí, Oltra recordó la terrible represión que sufrió su familia. A su abuela y su tía las raparon al cero. A él, que entonces tenía 14 años, lo encerraban todos los sábados en la perrera de Pego. Su delito: haber cogido unos higos de una higuera. Escuchar a Fernando es revivir la brutalidad. Este homenaje a las víctimas es un acto de justicia histórica.