Xàbia, al vuelo: resistencia agrícola y bahía hiperurbanizada

Las ideas cogidas al vuelo, las ideas aéreas son más reveladoras que la percepción con los pies en el suelo. Desde el aire, se fotografían los retos. Xàbia es un pueblo distinto cuando se gana altura (altura de miras).

Lo primero que salta a la vista es que la bahía, esa ensenada que cierran el cabo de Sant Antoni y el Cap Prim, está hiperurbanizada. La presión urbanística en primera línea ha sido tremenda. Es cierto que el urbanismo en Xàbia no es de torres de apartamentos. No obstante, la costa está saturada.

Xàbia, al vuelo

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Desde el aire, también se vislumbra que la agricultura ha sido un histórico pulmón verde para Xàbia. La zona agrícola del Pla (predominan los huertos de naranjos) compone un mosaico que da variedad y riqueza al paisaje. El Pla dibuja una alternativa económica. También desde el cielo se observa claramente que cada vez hay más bancales abandonados. Los campos baldíos le ganan terreno a los cultivados. Xàbia es un pueblo turístico. Sin embargo, la agricultura que resiste es fundamental para mantener esa diversidad natural y de paisaje que es el gran atractivo del municipio. El sector agrícola es, por tanto, esencial. Desde el aire está más claro que el agua. Es una evidencia el retroceso agrícola. Y también es incontestable que urge recuperar cultivos para mantener eso que ahora se llama «calidad paisajística».

El modelo urbanístico de Xàbia es el de mancha de aceite. No ha crecido a lo alto, pero se ha desparramado a lo ancho. Hay chalés desperdigados por todo el término municipal. Estas viviendas se meten en las espesas pinadas y están muy expuestas a los incendios. Normal que Xàbia tiemble cada vez que se desata un fuego.

Levante-EMV tomó las fotografías este pasado sábado. Fue un día de absoluta claridad. Las condiciones eran excelentes para volar en helicóptero.