El deslinde de Dénia "trocea" una villa romana y una almadraba del siglo XVI

El arqueólogo Josep A. Gisbert lamenta que la línea se haya tirado «a cordel» y divida unidades patrimoniales como la torre del Palmar o un antiguo molino harinero junto al mar

Imagen idílica de la playa dels Molins. Solo se conserva uno de los molinos del conjunto de molinos harineros de los siglos XVIII y XIX

Imagen idílica de la playa dels Molins. Solo se conserva uno de los molinos del conjunto de molinos harineros de los siglos XVIII y XIX / Josep A. Gisbert

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Hay líneas (fronteras y deslindes) afiladas como cuchillos. El arqueólogo Josep A. Gisbert ofrece una nueva perspectiva del polémico deslinde de la costa norte de Dénia, deslinde que ha desatado un gran rechazo vecinal y que afecta a 115 viviendas, de las que 67 son casas y 48 apartamentos. Advierte que la raya se ha tirado «a cordel» y «con corte abrupto» y «fragmenta» y «trocea» ámbitos de protección de Bienes de Interés Cultural (BIC) y de Bienes de Relevancia Local (BRL). El arqueólogo advierte que tanto la Generalitat como el ayuntamiento deben hacer fuerza ante la Dirección General de Costas (pertenece al ministerio para la Transición Ecológica) para que el deslinde, que califica de «agresivo y sin criterio», sea coherente con el patrimonio histórico.

Sin embargo, ya avanza que no le tiene ninguna fe al ayuntamiento, que, asegura, ha demostrado «una clara inactividad» y solo ha reaccionado a última hora (el pleno ha pedido la paralización del deslinde). Precisa que los informes municipales solo aluden a uno de los vestigios históricos de esta costa, el molino de Polart.

El experto repasa la riqueza histórica de este litoral. Recuerda que, «entre el espolón norte que cierra la bahía de l’Almadrava y la desembocadura del río Girona, está el emplazamiento de la villa romana y alfar de l’Almadrava», del siglo I al III a. C.

En el recorrido hacia el sur, surge la torre vigía del Palmar o de l’Almadrava y la factoría pesquera de l’Almadrava del Marqués. La factoría, la ermita y el asentamiento estuvieron activos entre los siglos XVI y XIX.

Vestigios de la factoría pesquera de l’Almadrava del Marqués.

Vestigios de la factoría pesquera de l’Almadrava del Marqués. / Josep A. Gisbert

Más al sur, en els Molins, estaban los llamados molinos de Polart, un conjunto de molinos harineros que funcionaron entre los siglos XVIII y XIX. Esas construcciones han definido el topónimo de esta playa. Solo se conserva uno de esos molinos, integrado en una vivienda.

Otro vestigio histórico es el de la villa romana de l’Estanyó, del siglo III. Sus restos están sumergidos, enterrados bajo las dunas y quedaron también debajo del antiguo camping Diana.

La torre del Palmar

La torre del Palmar / Josep A. Gisbert

El arqueólogo explica que las villas romanas de l’Estanyó, l’Almadrava y la de Bovetes o Franc estaban junto a la vía histórica de comunicación del siglo I que iba por la costa desde Dianium a Valentia y «sorteaba lagunas lacustres y marjales inhóspitos».

Gisbert precisa que la torre del Palmar es BIC, mientra que la factoria pesquera o l’Almadrava del Marqués, el molino de Polart y la villa romana de l’Estanyó están declarados BRL. Señala que están representados en la cartografía histórica. La torre del Palmar aparece en un mapa de 1575. Mientras, la «Almadraba de los atunes» (del Marqués) está citada en una cartela de la segunda mitad del siglo XVI en la que se representó el hallazgo de un «monstruoso galápago». A los molinos de Polart se alude como hitos topográficos en el naufragio del corsario francés Zefarín.

«Son enclaves costeros centenarios, algunos de ellos milenarios», subraya el arqueólogo, que recuerda también que en esta costa se han dado extraordinarios hallazgos arqueológicos.

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