La voz de seda de Altea Mainer seduce en la noche mágica de Dénia
El palacete del siglo XIX del hotel Chamarel acoge una performance de música, arte y gastronomía coproducida por Mestiza
Susurremos... esto ocurre en una noche en la que en Dénia ya empiezan a retumbar los primeros cohetes de las Fallas. En la calle Cavallers, en el corazón del centro histórico, se siente la caricia de la ciudad cosmopolita y abierta. Hay algo del influjo victoriano que llegó de Inglaterra con la exportación de la pasa a Liverpool, Londres o Southampton. Se filtra también el modernismo centroeuropeo, expresado en el mural del joven y el guepardo, mural voluptuoso que evoca los dorados de Gustav Klimt y que está inspirado en "La caricia de la esfinge" del artista simbolista Fernand Khnopff. La atmósfera es sofisticada y parisina, del París de la vanguardia europea jazzística avant la lettre.
Susurremos lo que ocurre en esta suave noche de febrero tras la puerta del palacete del siglo XIX del hotel boutique Chamarel, lo que ocurre tras la gran cortina de terciopelo rojo del zaguán, ese telón teatral. Susurremos...
Cava y cerezas: bienvenida chic de burbujas y fruta roja. Músicas del mundo que pincha dj Soumzz. Velas que son también susurros en la noche: candelas, trémulos destellos. Platos exquisitos y sutiles elaborados por Álex de la Torre y servidos en un patio de exuberante vegetación y rumor (susurro) de agua. La vajilla de porcelana es Arabesque, comprada en el mercadillo Des Puces de Lyon. Las anfitrionas la regalan a los invitados. Guiño bohemio.
Los invitados curiosean y también descubren en la miscelánea decoración del Chamarel los brillos exóticos de la cerámica Willow Pattern Blue, cerámica de motivos orientalizantes Chinoiserie. Otra reminiscencia del esplendor del comercio de la pasa.
Y surge una voz de seda, la de Altea Mainer. Acaba de lanzar el disco "Corazón y fuego". Cantante y compositora de sólida formación jazzística, en rhythm and blues y soul, Altea seduce e incita a bailar. La acompaña el dj y artista visual y multidisciplinar de Berlín Jean Cloud, que proyecta en la pared fotografías de sus obras. Se suceden como imágenes de un sueño. El hechizo de la voz de Altea lo subraya el ritmo del tambor percutido con las manos, tribal, mágico. Danza intuitiva, espontánea. Performance elegante y que condensa las experiencias de dos artistas con mucho mundo.
Altea y Jean conectan. Él ha dirigido el videoclip "flower", uno de los temas de "Corazón y fuego". La cantante hace comarca. El videoclip de "Pink lanes" lo ha grabado en el jardín mediterráneo de la Albarda de Pedreguer.
Tejer comunidad y vibrar
Música, arte, magia: el concepto se llama "club house", que consiste en tejer comunidad, en vibrar, en sentir la caricia de la Dénia cosmopolita de aires victorianos, modernistas, simbolistas, bohemios, exóticos. Y aparece también la Dénia que explora nuevas expresiones artísticas.
Susurremos... esta fiesta, coproducida por Mestiza, excelentes anfitrionas, amalgama música y arte, y se desliza suave, sedosa, aterciopelada en una noche de influjos, hechizos y fusión creativa.
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