Los deliciosos patios de la Dénia del siglo XII

El hallazgo a finales de los 90 de la «Casa de la Font» desveló el uso de las baldosas vidriadas en la «Madinat Daniya» y el arrabal del Fortí

El patio de la llamada «Casa de la Font», descubierto durante una excavación que llevó a cabo Josep Salvador Castelló a finales de los 90 en la calle Carlos Sentí.

El patio de la llamada «Casa de la Font», descubierto durante una excavación que llevó a cabo Josep Salvador Castelló a finales de los 90 en la calle Carlos Sentí. / Arxiu Josep A. Gisbert

alfons padilla. dénia

Hubo una Dénia de esplendorosos patios perfumados de arrayán en los que rumoreaba el agua. Tenían un limpio y bello pavimento de baldosas a veces vidriadas. Los patios eran como un bello cáliz. En la Daniya del siglo XII, la del emir Ibn Mardanís, a quien los cristianos llamaban el Rey Lobo, florecieron esos deliciosos patios.

Los deliciosos patios de la Dénia del siglo XII

Baldosas dispuestas en dibujo de espiga que salieron a la luz en una excavación entre las calles Colón y Quevedo, en plena «Madinat Daniya». / Arxiu Josep A. Gisbert

El arqueólogo Josep A. Gisbert participó en junio en una jornada organizada por el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias «González Martí». Los expertos analizaban los orígenes de los azulejos valencianos. Gisbert habló de los patios andalusíes descubiertos en Dénia por primera vez en una excavación de finales de los años 90 que dirigió Josep Salvador Castelló. Salieron a la luz una fuente de azulejos barnizados y un pavimento de baldosas dispuesto en algunos puntos en dibujo de espiga. Aquel hallazgo, el de la «Casa de la Font», y el descubrimiento de una estructura arquitectónica singular en torno a la que se articulaba la casa andalusí, plantearon la incógnita de cuándo empezaron a utilizarse en «Madinat Daniya» esas bellas y armoniosas baldosas.

Los deliciosos patios de la Dénia del siglo XII

Recreación de una casa andalusí con patio del arrabal del Fortí. / Arxiu Josep A. Gisbert

Gisbert recuerda que en otras excavaciones en el arrabal del Fortí salieron a la luz evidencias de baldosas que enlosaban patios y las galerías que daban a esta estancia a cielo abierto. Luego llegaron los excepcionales hallazgos de los tres «hammam» (baños públicos) de la plaza de Sant Antoni y las calles la Trinitat y Cavallers. Mientras, en una excavación realizada por el arqueólogo Carles Monfort en el eje de las calles Colón y calle Quevedo (la expansión meridional de la medina islámica), se desenterró otro patio pavimentado con baldosas.

Los deliciosos patios de la Dénia del siglo XII

El «hammam» descubierto en la calle La Trinitat. / Arxiu Josep A. Gisbert

«La primera conclusión fue que esos contextos arqueológicos eran tardíos», precisa Gisbert. En el siglo XI, estas estructuras no aparecen. Mientras, la arquitectura de los patios termina abruptamente con la conquista cristiana de Dénia en 1242. Así pues, este fenómeno urbanístico, esa impronta de una arquitectura que evoca el deleite, el rumor del agua y el dulcísimo olor del mirto, fue cronológicamente muy puntual. La Daniya de los esplendorosos patios duró poco, pero dejó vestigios excepcionales.

«Esas baldosas se introdujeron hacia la mitad del siglo XII, en el tiempo de Ibn Mardanís», concreta Gisbert, quien destaca que en Dénia, durante un breve periodo (no llegó a un siglo), se utilizaron esos bellos pavimentos embaldosados que también están presentes en otras históricas medinas andalusíes, como las de València, Zaragoza, Mértola o Sevilla. Esas baldosas son un rasgo de arquitectura sofisticada y exquisita. Hubo una Dénia de esplendorosos y bellísimos patios... Intimidad doméstica acariciada por el sol y la noche.