Treinta árboles, una fuente y aceras de tres metros: Dénia dará vida a una calle que languidece

La calle Sagunt, ahora tomada por los coches, ha perdido el brío comercial que tuvo y pide a gritos una "reconversión" a un modelo urbano accesible y adaptado al cambio climático

Las estrechas aceras de la calle Sagunt, invadidas por los morros de los coches, dificultan el paso a los peatones

Las estrechas aceras de la calle Sagunt, invadidas por los morros de los coches, dificultan el paso a los peatones / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

La calle Sagunt de Dénia pide a gritos una "reconversión". Está invadida por los coches. Aparcan en batería. El morro de estos vehículos "muerde" un trozo de acera. Los coches acentúan la sensación de estrechez de unas aceras ya de por si angostas (1 metro y 80 centímetros). Pasear por estas aceras es incómodo. A la sensación de aspereza urbana también contribuye que no hay ni un solo árbol. Esta calle es de otra era. Está obsoleta. En estos tiempos de fomento de la accesibilidad, impulso de la peatonalización y urgencia de crear sombra para combatir las olas de calor, la calle Sagunt necesita un cambio profundo y recuperar el brío comercial perdido. Salta a la vista que este importante vial de Dénia (conecta el Passeig del Saladar y la Avinguda d'Alacant y es una arteria clave en los barrios de París Pedrera y Camp Roig) languidece. Hay comercios que han bajado la persiana. Tanto coche aparcado en batería tapa los escaparates. Una calle con estacionamiento en batería, con coches embutidos y poco amable para los peatones espanta el comercio.

El gobierno de Dénia (PSPV y Compromís) ya ha dado el primer paso para la "reconversión" de la calle Sagunt. Ha sacado a licitación las obras de reurbanización, que suben a 673.744 euros, se financian con fondos Next Generation de la Unión Europea, y, cuando se adjudiquen, deben terminarse en siete meses y medio.

Los árboles, al rescate

Sagunt, reconversión, Altos Hornos... son palabras de los 80, remiten a la crisis industrial de aquellos años. En "altos hornos" pueden convertirse las calles de hormigón, asfalto y humo de coches con el cambio climático. Los árboles llegan al rescate. También las fuentes. Una de las grandes novedades de las obras de la calle Sagunt es la creación de una fuente de agua potable. En Dénia, encontrar fuentes públicas es una quimera. Promover que los vecinos caminen y se desplacen en bicicleta (también se instalarán tres aparcabicis) es importante. Las ciudades deben ser más saludables. También es esencial hidratarse y crear puntos de agua en los que saciar la sed y hacer frente al sofoco.

Coches embutidos en la calle Sagunt. El actual modelo de ciudad resta luz a los escaparates de los comercios

Coches embutidos en la calle Sagunt. El actual modelo de ciudad resta luz a los escaparates de los comercios / A. P. F.

La renovada calle Sagunt tendrá árboles. Se plantarán 30 ejemplares. La sombra hace más amable esos entornos urbanos achicharrados por las olas de calor. En los chaflanes se sembrarán arbustos "Viburnum Lucidum". La vegetación da color a la ciudad y, en este caso, esos arbustos sustituirán a los siempre antipáticos bolardos.

Aceras de tres metros

Las nuevas aceras tendrán una anchura de tres metros. Los peatones ganan espacio. Se eliminarán las barreras arquitectónicas. Ahora las personas que van en silla de ruedas o que empujan un carrito de bebé hacen una yincana esquivando farolas y coches.

Las obras eliminan 20 plazas de aparcamiento. Se cambia el estacionamiento en batería por el aparcamiento en línea. La calle se quita unos cuantos coches de encima. Los escaparates de los comercios ganan luz y visibilidad. También se mitiga esa sensación que hay ahora de coches metidos con calzador.

La concejala de Territorio, Maria Josep Ripoll, ha subrayado que este proyecto persigue "hacer más agradable esta arteria comercial de la ciudad" y "mejorar la calidad de vida de los residentes".