Cristian Cañadas, abogado de Aktion Legal

La situación económica-financiera actual por la que atraviesan las empresas españolas podría ser la trama de la cuarta entrega de la saga «Objetivo», film con ADN de Hollywood en el que el drama y la acción están asegurados. A nadie se le escapa los efectos devastadores que está dejando en el plano económico la pandemia.

Son siete meses de lucha de los negocios contra las restricciones a su actividad que provocan falta de ingresos, imposibilidad para hacer frente a los costes, pérdida de empleo. Los pronósticos auguran un futuro preocupante. A pesar de los loables esfuerzos que el tejido empresarial, llega el momento crítico y decisivo en el que cerrar ya no es una opción.

El ecosistema emprendedor español no es inmune a esta situación. Albert Einstein decía que «en los momentos de crisis solo la imaginación es más importante que el conocimiento». Haciendo gala de esa afirmación, el ecosistema emprendedor ha demostrado su gran capacidad de adaptación y reinvención A pesar de ello, la tipología de estas empresas conduce a una necesidad constante de tesorería (cash is the king) y financiación para el desarrollo e implementación de su proyecto y los recursos se agotan.

Cuando la situación financiera de las empresas es irreversible, lo mejor es saber cómo salir de ella. No debemos olvidar que una startup es una empresa que tiene que cumplir con las mismas obligaciones y responsabilidades que cualquier otra.

Nuestro ordenamiento jurídico dispone de instrumentos que permiten a las empresas revertir la situación financiera con la finalidad de alcanzar la viabilidad económica a través de negociaciones con los acreedores. Cobra gran importancia la figura del pre concurso. Si pese haber intentado revertir la situación, la insolvencia persiste, el cierre ordenado de la empresa no se configura legalmente como un derecho, sino como un deber.

En esos momentos, contar con un buen asesoramiento será la mejor de las decisiones que podrán tomar ya que, si finalmente tienen la obligación de solicitar el concurso de acreedores, no deben olvidar algunas de las peculiaridades que caracterizan el proceso concursal dada la naturaleza de las startups. En el concurso de acreedores de una startup se deberá prestar especial atención al componente tecnológico de los activos y a su consideración como intangibles (principalmente, marcas, dominios, páginas web, apps, desarrollos informáticos), a su forma de financiación o al perfil del acreedor. Por lo general, el procedimiento concursal de una startup suele ser ágil, si bien, no hay que olvidar las singularidades anteriormente referenciadas.

Por lo tanto, si el objetivo es la salvación de su empresa, tomen las decisiones a tiempo, cuenten con un buen asesoramiento y nunca olviden que una retirada a tiempo, a pesar de todo, puede ser una victoria.