La ejecutiva del PSPV en Sagunt quiso escenificar ayer su unidad frente a lo que considera el ataque desde Compromís, que exigió la cabeza del portavoz municipal, Francisco Crispín, para la incorporación socialista al gobierno. En un nota, culpa al alcalde, Quico Fernández, de las «intolerables declaraciones» en las que «menosprecia e insulta gravemente al grupo municipal y al portavoz y presidente de la ejecutiva».

Además de apoyar la labor realizada por los concejales del PSPV en Sagunt y especialmente de Crispín, los socialistas reclaman «respeto, no sólo a nuestro partido sino al resto de fuerzas políticas». La ejecutiva también denuncia «el burdo intento de atribuirnos la responsabilidad de lo que sólo es consecuencia del alcalde, incapaz de aglutinar una mayoría suficiente que permita un buen gobierno para nuestra ciudad».

Los socialistas también recuerdan que «la responsabilidad y la capacidad de aprobar un presupuesto le corresponde al alcalde y su equipo de gobierno», además de que «desde el primer día tras las elecciones, los socialistas estamos esperando una propuesta de acuerdos municipales, de propuestas serias en pro de la mejora de la calidad de vida de nuestros ciudadanos»