El Ayuntamiento de Sagunt acordó de forma unánime la elaboración de un estudio previo a la hipotética implantación del polémico sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) de envases, que la Generalitat quiere implantar en toda la Comunitat Valenciana. Frente al aluvión de críticas que ha levantado esta fórmula de gestión, el PP presentó una propuesta al pleno para su rechazo, que Compromís enmendó para alcanzar «un acuerdo marco para que el SDDR mejore los ratios de reciclaje», en palabras de la concejala de Medio Ambiente, Teresa Garcia.

El ayuntamiento ha querido así adoptar una tercera vía frente a la polémica, ya que, según la nacionalista, el sistema Ecoembes «necesita ser complementado. En la actualidad sólo recogemos de forma separada un 20 % de los envases y el papel, mientras que el 80 % restante se separa en Algímia».

Garcia también denuncia la «falta de transparencia» de Ecoembes, que «ingresa a la SAG 133.000 euros en concepto de subvención por reciclaje, cuando el coste de recogida asciende a 536.627 entre envases y papel. Así, la relación con el gestor del sistema de envases es deficitaria en 400.000 euros aproximadamente. El cambio de contenedores de carga lateral que está llevando a cabo Ecoembes en nuestra ciudad—añade la también diputada autonómica— no cubre ni de lejos esta cifra».

Con esta situación, según considera la delegada de Medio Ambiente, «no abrir la puerta a sistemas de devolución y retorno sería no tener en cuenta las necesidades de los ciudadanos y taparse los ojos ante de un problema ambiental de primer orden. Igualmente, tampoco podemos descartar un sistema que ya está implantado, aunque debemos exigir que mejore sus rendimientos y que cubra el déficit que los ciudadanos pagamos con nuestra tasa de recogida».

Doble y triple imposición

Garcia concluye que con el actual sistema «la ciudadanía sufre una doble o incluso triple imposición desde hace décadas. Al menos, con un SDDR garantizamos que el ciudadano que recicle recibe su compensación de forma directa, igual que ocurre con el sistema de tarjetas del ecoparque, que permitirán descuentos en la tasa del consorcio por utilizar los ecoparques. Hay que estudiar, junto al consorcio, que sistemas de gestión diseñamos de manera que al ciudadano le cueste lo menos posible», sentencia.