Desde que comenzó la temporada de playa el pasado 14 de junio en Sagunt, los actos vandálicos contra las instalaciones e infraestructuras costeras no paran de sucederse. El último ha tenido lugar en la ludoteca, que ha aparecido esta semana con el pomo de la puerta quemada y parte de la moqueta arrancada. A esto hay que sumar la utilización de la parte trasera de esta estancia como «urinario», explicaba la concejala de Playas, Mónica Caparrós (EU), quien se ha visto obligada a tener que balizar la zona para impedir que ésta se use como váter público, pese a que los váteres químicos se encuentran a escasos metros.
Una situación similar padecen los cambiadores (casetas) de la Agencia Valenciana de Turismo, que son utilizados por algunos usuarios de la playa como retretes privados, además de «picaderos».
El punto accesible del Port también ha sido objetivo de los vándalos quienes se han servido de estas instalaciones para hacer «botellón». Los hechos se produjeron hace unas semanas, antes de que el punto accesible fuera inaugurado cuando un grupo de personas forzó la cerradura y accedió hasta una de las estancias donde se encontraron la día siguiente cristales en el suelo así como botellas y vasos tirados.
La posta de Corinto en la playa de Almardà amanecía hace unos días con una de sus ventanas arrancadas, mientras que en la posta del Port de Sagunt han robado uno de los carros que transporta las motos de agua de los socorristas. Los ladrones forzaron la puerta del cuarto donde se almacena el material que utiliza el personal de salvamento.
Caparrós ha condenado estos actos que califica de «falta de civismo» y ya ha adelantado que al finalizar la temporada publicará la cifra del gasto extra que ha supuesto este tipo de actos para que «la población sepa cuánto nos cuesta a todos este incivismo». Pide responsabilidad y recuerda que estos hechos a lo único que llevan es a «entorpecer el trabajo de los profesionales que repercute en todos nosotros».
La edila de Esquerra Unida está estudiando la posibilidad de reforzar la vigilancia en estos puntos aunque asegura que «los agentes son los que son y no hay mas efectivos. Lo que hace falta es que la gente se conciencie de las consecuencias que tienen estos actos y sea responsable»
