Tras practicar halterofilia desde hace 56 años y permanecer 35 alejado de las grandes competiciones, Eduardo Gómez Palomares ha vuelto con nuevos retos.

P: ¿Cómo fueron sus inicios en la halterofilia en Sagunt?

R: Cuando tenía 14 años ingresé en la Escuela de Aprendices de Altos Hornos de Vizcaya, porque habían instalado un gimnasio en el interior de la fábrica. De modo que, como entrenaba mucho con las pesas, decidí empezar a practicar la halterofilia.

P: ¿Con qué frecuencia entrena?

R: Desde que tenía 14 años hasta ahora, que tengo 71, entreno tres días alternos a la semana. Ahora mismo me ejercito en mi propio local.

P: ¿Su edad le dificulta desempeñar este deporte?

R: En absoluto, porque utilizo la experiencia para no cometer errores. Tengo los pies en el suelo y soy consciente de que hay que practicar deporte de manera moderada para evitar lesiones.

P: Se tomó un descanso en el ámbito competitivo, ¿por qué?

R: Necesitaba reponerme tras entrenar tres días a la semana con distinta intensidad y volumen con los que normalmente me ejercito, aunque he seguido entrenando. No tengo problemas de fatiga gracias al deporte. Y no solo eso, sino que, gracias al haberlo practicado tantos años, no sufro cansancio muscular ni de las articulaciones.

P: ¿Qué le impulsó a volver a competir?

R: En 2016, la familia de un amigo mio decidió realizarle un memorial, al cual me invitaron. La competición fue realmente bien, cosa que no esperaba. Tras mi buena marca y las sugerencias que recibí por parte de personas cercanas de seguir concursando, me inscribí en el nacional y, a continuación, me presenté al mundial.

P: A lo largo de su carrera deportiva, ¿qué cambios sustanciales ha percibido?

R: Muchos, pero sobre todo destacaría la modificación que hicieron en 1972, ya que eliminaron la modalidad de «Fuerza» y dejaron las de «Arrancada» y «Dos tiempos». De estas tres pruebas que había antiguamente, la primera de «Fuerza» era bastante tortuosa porque nos obligaba a adoptar posiciones complicadas que podían lesionarnos fácilmente. Por ello, creo que aquel año por fin se dieron cuenta del peligro que suponía y decidieron retirarla.

P: ¿Cómo se ha desarrollado su vida deportiva en Sagunt?

R: Cuando tuvo lugar la reconversión industrial en el municipio cambiaron muchos escenarios. Fui uno de los primeros en dejar de formar a aprendices en halterofilia y como tenía un grupo de jóvenes bien preparados en la materia decidí delegarlo en ellos. Sin embargo, no se sintieron en condiciones de continuar el proyecto, porque dirigir un club es una tarea muy dura. Yo seguí entrenando periódicamente por mi cuenta y evaluando mi rendimiento personal, hasta hace tres años que me sugirieron entrenar a un grupo, propuesta que acepté. Este equipo está compuesto por halteras con bastante nivel, ya que uno de ellos ha conseguido el bronce en la categoría de más de 50 años, otro se ha proclamado campeón absoluto de la Comunitat Valenciana, etc.

P: ¿Qué expectativas concibe sobre sus futuros retos?

R: Soy realista, porque el futuro está en manos del tiempo y es él quien modifica nuestras capacidades físicas. Por ello, en estos momentos no estoy enfocando mi entrenamiento a prepararme para competir, sino que me preocupa más la preparación física en general. No obstante, como compito entre tres y cuatro veces al año, siempre estoy en forma.