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Apuesta en el Port por el ejemplo educativo nórdico en implicación familiar

Profesores del instituto María Moliner compartieron su experiencia en centros de la ciudad estonia de Tallin y la población danesa de Skørping

Apuesta en el Port por el ejemplo educativo nórdico en implicación familiar

El instituto de Enseñanza Secundaria (IES) María Moliner del Port de Sagunt compartió el aprendizaje adquirido por cuatro de sus profesores durante sus estancias de una semana en centros de Estonia y Dinamarca con el objetivo de identificar e importar buenas prácticas educativas en el marco del programa ErasmusK1.

Fue durante un acto al que asistieron el concejal de Educación, José Manuel Tarazona, miembros del Cefire, directivos de colegios e institutos de Sagunt, antiguos profesores del centro, alumnos y familiares. Todos ellos tuvieron así la oportunidad de conocer los principales aspectos de estos sistemas educativos nórdicos, donde destacan la eficiencia en la inversión y a la implicación de las familias de los alumnos en todo el proceso de aprendizaje.

Después de que la directora del centro, Desamparados Vilaplana, agradeciera la presencia del nutrido público, Ramón Peris y Vicent Masot tomaron la palabra para explicar su experiencia en Tallin. Con una ley educativa que ha superado las dos décadas de implantación, los docentes destacaron la apuesta del sistema estonio por los idiomas desde muy temprana edad, la convivencia en el mismo centro de alumnos de 7 a 18 años o la inversión en la educación del 15 % del producto interior bruto (PIB) de esta república exsoviética.

Los profesores del María Moliner también señalaron con admiración la calidad en el diseño de los espacios educativos, así como de los medios tecnológicos de última generación puestos a disposición de profesores y alumnos. Estudiantes muy tranquilos y respetuosos y un ambiente de trabajo que permite aprovechar cada minuto de clase fueron los otros aspectos destacados por Ramón y Vicent durante su exposición sobre la educación en Estonia, donde una de las claves es «la gran implicación de las familias en la educación de sus hijos e hijas».

Este rasgo también lo apuntaron Marta Díaz y Anna Queralt sobre Dinamarca, donde su experiencia les llevó a un instituto de Skørping, población rural a las puertas del Mar Báltico con apenas 2.000 habitantes. «Un punto fuerte es la alta participación de las familias en la educación y en la vida de los centros educativos, donde incluso ayudan activamente al profesorado en el aula».

En este caso danés, una de las cuestiones más llamativas es la cesión de la competencia en educación desde el Estado hacia los municipios, que «la gestionan de forma integral, desde el personal docente hasta los currículum y programaciones didácticas». La preferencia de un ambiente rural para la educación, la «inclusión real» de alumnado que «en nuestro país sería atendido en centros especiales», la ausencia de calificaciones numéricas ni exámenes hasta el séptimo curso o la «carga lectiva» del profesorado danés, con 40 horas semanales de presencia en el instituto, fueron otras claves destacadas.

Actividades lúdicas los viernes

Para alcanzar los objetivos de dotar al alumnado de competencias en matemáticas, comprensión lectora, así como expresión oral y escrita en diferentes idiomas, otras estrategias educativas empleadas en el norte de Europa son la transparencia en el trabajo docente, con acceso en tiempo real a los contenidos que se imparten en las clases o un horario lectivo intensivo de lunes a jueves, ya que los viernes se reservan a actividades lúdicas.

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