A horas de despedirse este sábado como Falleras Mayores de la Federación Junta Fallera de Sagunt (FJFS), Paula Marrón Pérez e Inés Miret Herrero, lo tienen claro: Repetirían sin duda el año que han vivido juntas. Un ejercicio que han compartido con las doce integrantes de sus Cortes de Honor con quienes han establecido una gran relación de amistad que continuará a lo largo del tiempo.
«Aquella llamada el 26 de mayo de 2018 me cambió por completo la vida. He vivido un año que me ha aportado grandes vivencias y personas. Desde la exaltación en el Teatro Romano te cambia porque pasas de tener una rutina normal a ir corriendo de un lado a otro, pero todo el cansancio y sacrificio merece la pena», asegura Paula Marrón, además de considerar que ha sido un año «de un aprendizaje continuo». «Ser la Fallera Mayor de la FJFS te da la oportunidad de conocer otras fiestas, incluso de vivir la nuestra más de cerca dentro de nuestras 30 comisiones», apunta-
Por su parte, su homóloga infantil, Inés Miret, apunta que «ha sido un año genial, muy especial y sobre todo bonito, donde he tenido la oportunidad de conocer a un montón de gente del mundo de las fallas; me ha sorprendido la cantidad de personas que van a los actos y el cariño que la gente te demuestra y cómo me han tratado en cada sitio. Sin duda, una de mis ilusiones es ser algún día Fallera Mayor de la FJFS».
En cuanto al balance de la multitud de actos en los que participan, para Inés Miret su mejor recuerdo fue el de la exaltación en el Teatro Romano «porque es donde empieza mi año como Fallera Mayor Infantil de la FJFS»., afirma.
Por su parte, Paula Marrón tiene un recuerdo especial de otro importante acto como es la Crida: «Para mí fue especial desde el primer minuto que estábamos todas juntas vistiéndonos con nuestros indumentaristas oficiales hasta que llegamos a la Tenencia de Alcaldía donde nos esperaban muchísimos falleros y vecinos. Fue una experiencia única y un gran honor poder dar oficialmente el pistoletazo de salida a nuestras queridas y esperadas Fallas 2019. Sin duda sentí el calor y la admiración que tiene la ciudadanía por unas fiestas que consiguen abrir calles y casales a todo el mundo».
La máxima representante de la fiesta josefina de El Camp de Morvedre se ha sorprendido «del amor y respeto que los falleros y falleras le tienen a la imagen de la Fallera Mayor de la FJFS, es precioso sentirte querida en todos los casales, aprendes como se vive la fiesta en las comisiones de la comarca y tengo que decir que todas ellas me han cautivado por completo. Además, la valentía con la que los falleros y falleras luchan por sacar adelante nuestras tradiciones me ha llenado de admiración hacia todos ellos. Nuestra fiesta es historia viva y debemos aprender cada detalle para poder enseñarla en el futuro a los más pequeños».
«Grandes apoyos»
Aunque sus Cortes de Honor son una parte esencial de este ejercicio tan intenso, Inés Miret y Paula Marrón también tienen grandes apoyos en casa. Mientra que la Fallera Mayor Infantil afirma que «los miembros de la FJFS y mi familia, sobre todo, mis padres han sido el apoyo fundamental», su compañera de reinado reconoce que «sin duda, mi pilar fundamental ha sido mi madre, mi compañera de año, mi confidente y la que ha conseguido que mantenga los pies en la tierra, no sé qué hubiera hecho sin ella. Es la que me ha enseñado todo lo que sé en la vida y es a ella a la que le debo mi forma de ser, que hizo que aquel teléfono sonara. Veo imposible llevar un año tan ajetreado sin un gran apoyo a tu lado, es necesario tener a personas que se preocupen por ti y te ayuden desde la sombra, y yo he tenido la suerte de tenerla a ella, a mi familia y a mi pareja».
