La Escuela Infantil que gestiona la Generalitat Valenciana en el barrio de Baladre retomó ayer las clases en Sagunt, a pesar de que el enorme pino que cayó el lunes sobre el edificio no había sido retirado.

Después de que el viento derribara el árbol e hiciera suspender la actividad docente durante dos días, su medio centenar de alumnos regresó ayer a las aulas ya que «todos los informes técnicos realizados» aseguran que «no hay ningún peligro» y que «el edificio es totalmente seguro».

Así lo confirmaron ayer a preguntas de Levante-EMV desde la Conselleria de Educación, que precisaban que estos informes han sido elaborados tanto por la Unidad Técnica de la Dirección Territorial de Educación en València como por el Consorcio de Bomberos.

Junto a ello apuntaban que «se ha ordenado por precaución el cierre del patio donde está el árbol caído hasta que éste sea retirado».

Desde la comunidad educativa del centro se ha reconocido a este diario que el árbol derribado por el viento está en un lugar que en ningún caso altera el ritmo habitual «pues, por suerte, no es una zona de paso ni se suele usar con los niños», afirmaban.

Recreo en otro patio

En la Conselleria de Educación apuntaban en este sentido que «como el centro dispone de suficiente terreno, no hay ningún problema porque los niños cuentan con otro patio en el que jugar y salir al recreo».

Junto a ello,precisaron que la Dirección Territorial ha iniciado los trámites para acometer «lo antes posible» los trabajos de retirada del árbol y reparación de los daños en el tejado, «que no son graves ni afectan a la estructura», puntualizaban.

A nivel municipal, la delegación de Educación proseguía la valoración y ejecución de diversas tareas de mantenimiento para resolver todas las incidencias ocasionadas, como apuntaba el edil del área, José Manuel Tarazona.