La proliferación de miriápodos o milpiés tiene desesperados a muchos vecinos de Sagunt que residen al Norte del Palància o en viviendas cercanas a solares sin construir, como las que hay próximas al hospital. Se trata de un fenómeno que se acentúa en cuanto deja de llover y los animales empiezan a campar a sus anchas por las aceras, vallas, jardines e incluso el interior de las viviendas.

La abundancia es tal que algunos matrimonios aseguran haber estado la semana pasada dos horas al día recogiendo montones y montones de milpiés. «Al principio no parábamos de mandar escritos al ayuntamiento, pero ya nos hemos cansado porque no sirve de nada», decía uno de ellos a Levante-EMV con resignación.

Otros residentes, como Rosa María, sí eran muy críticos. «Llevo viviendo en esta zona desde octubre del 2017. Desde hace tiempo venimos sufriendo una plaga de gusanos y de la que el ayuntamiento es conocedor desde hace al menos ya 6 años. Lamentablemente hasta la fecha no ha tomado cartas en el asunto obligando a los propietarios de las parcelas a mantener las parcelas limpias y fumigadas para evitar esta plaga», decía indignada, señalando que, además de gusanos que le entran en casas, hay tijeretas y ratas, comentaba en relación a un último problema que cada cierto tiempo suscita quejas vecinales en la zona, pese a las campañas de desratización del consistorio.

Además de insistir en que la presencia de ratas debe comunicarse al ayuntamiento para así que éste actúe, el edil de Sanidad, Javier Timón, lleva tiempo explicando que «no existe ningún tratamiento específico para los miriápodos porque no son un problema sanitario y, por lo tanto, no están catalogados como plaga». Aún así asegura que «entendiendo el malestar ciudadano que supone su aparición, para intentar minimizar el problema y dado que no existe ningún producto que produzca un efecto barrera o repelente, aplicamos tierra de diatomeas por el entorno y, en casos muy extremos, un producto genérico que solo permite matar a los ejemplares presentes aunque no evita que sigan apareciendo».

Timón reconocía que la acción «más efectiva aunque no definitiva» es la limpieza de solares «sobre la que se trabaja a lo largo de todo el año y no solo cuando aparece este problema». En este sentido, apuntaba que el ayuntamiento tiene previsto tener acabado el borrador de la nueva Ordenanza de limpieza y vallado de solares a lo largo de este mes y es entonces iniciará los trámites para tenerla en marcha antes de final de año.

Esta ordenanza, según explica, permitirá obligar a los propietarios de solares tanto a limpiarlos como a «mantenerlos limpios de manera regular y a realizar los tratamientos necesarios para controlar las posibles plagas». Para ello, incluirá una tasa administrativa «que tendrán que abonar los propietarios cada vez que sean notificados» por el ayuntamiento.

Además, el texto dará luz verde a sancionar a aquellos que incumplan con sus obligaciones y «permitirá reducir los plazos del actual procedimiento; por lo tanto, ser mucho más eficientes y eficaces a nivel administrativo», dice el edil.

Junto a ello, subrayó que el Departamento de Sanidad y la empresa Lokímica que se encarga del control de plagas «estamos trabajando intensamente» en el problema de los milpiés «a pesar de las dificultades con las que nos encontramos para luchar contra algo contra lo que no existe ningún tratamiento». Junto a ello, aseguró haber dado aviso a la empresa municipal SAG «para que complementen nuestras acciones con una limpieza de las zonas afectadas». Por ello, pedía « comprensión» a los afectados «ya que el problema no está presente por dejadez de la Administración».