Canet d’ en Berenguer celebró el 9 d’Octubre con la entrega de los premios Jaume I como acto central. Una gala muy emotiva que arrancó con el discurso del alcalde, Pere Antoni Chordá, quien agradeció el esfuerzo colectivo en la lucha contra la pandemia, con mención especial a los sanitarios, fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, personal del ayuntamiento y la empresa Gescanet y al pueblo de Canet, por su «saber hacer, compromiso y arrojo en estos duros momentos».
Antoni reveló que no era un 9 d’Octubre cualquiera, sino que la conmemoración sería el punto de partida hacia una nueva normalidad, que «nos permitirá retomar nuestra vida y reencontrarnos con nuestros seres queridos». Un nuevo reto encaminado a «superar una complicada situación económica, social y emocional» para la que tendió la mano de las instituciones de Canet. «En Canet, nadie se va a quedar atrás». El alcalde, también tuvo unas palabras en recuerdo de los fallecidos a causa de la Covid 19 y sus familias.
Uno de los momentos más conmovedores fue el de la entrega de los premios Jaume I a título póstumo a Encarnación Chuliá, la primera mujer impulsora del turismo de playa en Canet, con la instalación de un merendero en 1958 y posteriormente el Hotel Chispa; a Adela Gaude, por su labor profesional como primera farmacéutica de la localidad y a Francisco Martínez, por su intachable trayectoria como pediatra y su implicación con el pueblo de Canet. Otros galardonados fueron: Amparo Conesa, por su gran trabajo como matrona, Germans Caballers, por la labor en la difusión y preservación de la cultura valenciana y en concreto, de la música tradicional así como Maria Teresa Martínez, Rosa Fernández, Lidia Valero y Sergio Giménez , por su implicación y gran diligencia en el rescate, salvamento y reanimación de un bañista de la playa el pasado 4 de septiembre. A estos premios se sumaron las distinciones a la Policía local, todo ello amenizado por El Repom.
La jornada comenzaba con la bajada de la Reial Senyera, otro de los instantes emocionantes del día, y finalizaba con la actuación del humorista, Eugeni Alemany, quien llenó el auditorio, y el Correfoc, que inundó de gente las calles de Canet.
