Albalat inicia la regularización de sus 19 zonas diseminadas que afecta a más de 1.000 vecinos

El procedimiento se ha iniciado de momento para tres núcleos residenciales lo que permitirá darles un alternativa legal y dotarlos de servicios pese a estar en suelo no urbanizable

Zona dels terrers que se pretende regularizar

Zona dels terrers que se pretende regularizar / Dani Tortajada

Marián Romero

Albalat dels Tarongers inicia la regularización de sus 19 zonas diseminadas, que afecta a más de 1.000 vecinos. Por ahora, se ha aprobado iniciar el procedimiento para tres: : Terrers, Bellavista y la Montanya del cavall, lo que implicará incluir en el planeamiento municipal estos tres núcleos de viviendas, en los que residen más de un centenar de vecinos.

Entrada al Terrers

Entrada al Terrers / Dani Tortajada

El último pleno de la corporación municipal daba el visto bueno, por unanimidad, a actuar en estas zonas a través del procedimiento conocido como minimización del impacto ambiental (MIT )que generan las viviendas construidas irregularmente en suelo no urbanizable, un instrumento que ofrece la LOPUT de 2019 a ayuntamientos y también a los propietarios para regularizar sus inmuebles y evitar los nocivos efectos que originan en el medio ambiente. Una alternativa legal a los asentamientos residenciales en el suelo no urbanizable sobre los que no se pueden aplicar medidas para la restauración de la legalidad urbanística.

Este trámite, el de minimización de impacto territorial pretende acabar con los vertidos ilegales al subsuelo a través de pozos negros que contaminan los acuíferos, además de exigir que estas casas se integren con el paisaje rural o que adopten medidas para mitigar los peligros que el reto del cambio climático impone, tales como las inundaciones o incendios.

Precisamente, la mayoría de estas viviendas que están en suelo no urbanizable plantean diversos problemas ambientales y urbanísticos, dadas las carencias en los servicios de suministro de agua, alcantarillado y sobre todo, de depuración de aguas residuales, que generan un gran impacto ambiental, al estar edificado sin previa ejecución de servicios mínimos y sin autorización administrativa en números casos. La mayoría de estas zonas carecen de rede de agua potable, alcantarillado e incluso de alumbrado público.

De momento, en Albalat se ha dado luz verde a regularizar tres zonas, pero tal y como advirtió la alcaldesa en funciones, Maite Pérez, "la intención es hacerlo en las 16 restantes", declaraba a Levante-EMV.

El procedimiento se ha iniciado con la aprobación plenaria a la que le sigue la redacción de un documento con el que se acredita que estas tres zonas cumplen con los requisitos exigidos que son: que las edificaciones se encuentren en Suelo no urbanizable común o protegido, que las fincas conserven una parcelación de características rurales y que las edificaciones se encuentren completamente acabadas antes del 20 de agosto de 2014. Ahora el documento debe ser ratificado por conselleria y a partir de ahí, serán los vecinos los que decidan si están dispuestos a asumir esta regularización, que implica ciertos costes para los que también se tramitan ayudas.

Más intentos

Esta no es la primera vez que se intenta dar cobertura legal a estas áreas diseminadas. Ya en 2010, el alcalde, Filibert Prats, mostraba su intención de regularizar estas casas «siempre que su construcción se remonte más allá del último lustro», decía . En aquel momentos Prats hablaba de 2.000 viviendas fuera de planeamiento, una cifra que llamaba la atención puesto que el padrón era de 1.100 habitantes. En esa época el alcalde llevó hasta los juzgados varios casos que acabaron en demolición por estar en zona de afección de la Sierra Calderona.

Años después, en 2018, fue la alcaldesa Maite Pérez la que probó suerte llevando hasta la redacción de nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) el asunto, proponiendo la recalificación de suelo rústico a urbanizable. 

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