Las fallas también se viven en abril

Albalat dels Tarongers quemó sus monumentos, mientras que la comisión de Els Vents vivió de cerca las celebraciones josefinas de Segorbe

La «cremà» con la Fallera Mayor y la presidenta.

La «cremà» con la Fallera Mayor y la presidenta. / Falla Els Tarongers

Una de las máximas falleras, más allá del éxtasis de la semana grande, es que las fiestas josefinas se viven durante todo el año, una realidad que se hace evidente en el Camp de Morvedre. Y es que Albalat dels Tarongers se emocionó este lunes con la cremà de sus monumentos, mientras que los principales representantes de la comisión Els Vents fueron unos invitados de excepción en la celebración de la falla hermanada de la Plaza Almudín de Segorbe.

Un momento de la ofrenda en Albalat dels Tarongers.

Un momento de la ofrenda en Albalat dels Tarongers. / Falla Els Tarongers

En el municipio de la Baronia y con un censo de 240 falleros procedentes de varias poblaciones, la pólvora, las flores para la virgen y el fuego fueron protagonistas. La ofrenda del domingo contó con un excepcional ambiente, al igual que la cremà que tuvo lugar este lunes tanto para el monumento infantil como para el grande.

Segundo año y habrá más

Este es el segundo año en el que se aprovecha la festividad de Sant Vicent para vivir su propia celebración fallera, una costumbre que, debido a los buenos resultados desde diferentes perspectivas, tiene intención de quedarse para ejercicios venideros.

En esta ocasión, los representantes de este año en la Falla Els Tarongers fueron Josune Martín y Mercedes Camarena como las Falleras Mayores tanto infantil como adulta, respectivamente, con sus presidentes, Mario Mor y Ckristel Garcés.

Fallas en Segorbe

Representantes de Els Vents en Segorbe.

Representantes de Els Vents en Segorbe. / Levante-EMV

Por su parte, la comisión de Els Vents participó un año más en las fallas de Segorbe. Una visita al monumento fallero en memoria del inventor de la radio, el segorbino Julio Cervera Baviera; la cena de tortillas de patatas y all i olí artesanal, junto con los platos típicos de la localidad de l'Alt Palància; así como la participación en la ofrenda floral y la cremà fueron parte del programa, que los máximos representantes de la comisión porteña no se quisieron perder.