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Normativa

La ley de Infancia obliga a los colegios a ofrecer menús adaptados para el alumnado musulmán

Educación estudia modificar la instrucción que da cada año a los centros educativos para asegurar las dietas por motivos religiosos

Imagen de archivo de un comedor escolar de València. germán caballero

Hasta ahora que un centro educativo proporcionara o no menú «halal» o alternativo (sin carne) al alumnado musulmán era una decisión de la dirección del colegio. Así, cuando un centro educativo se negaba a ofrecer una alternativa a esos alumnos, la normativa le amparaba debido a una instrucción de la Conselleria de Educación donde «recomendaba» que se adaptara el menú a las creencias religiosas. Sin embargo, no había obligación de hacerlo. Era una cuestión de «voluntad» y aunque fueron pocos los centros educativos que ese negaron a hacerlo, «haberlos haylos», tal como ha publicado Levante-EMV en varias ocasiones.

El último caso fue el de una familia que estuvo un año y medio peleando con el colegio de su hijo, en València, hasta que consiguieron que «aceptaran» un menú sin carne para el menor. La Conselleria de Educación, la de Igualdad y la entidad València Acoge mediaron en el conflicto entre una familia musulmana y un colegio que se negaba a ofrecer un menú a la carta «si no había un certificado médico que acreditara la imposibilidad de ingerir determinados alimentos que puedan ser perjudiciales para su salud». Pero lo consiguieron. Y lo hicieron al amparo de una ley que supone el fin de este debate: la ley de Infancia y Adolescencia de la Comunitat Valenciana, que entró en vigor en diciembre de 2018 y establece como principios rectores de las políticas públicas valencianas «la igualdad de trato y la no discriminación por razón de nacimiento, sexo, orientación sexual, identidad o expresión de género, edad, núcleo familiar, ideología, nacionalidad, etnia, religión, lengua, cultura, opinión, diversidad funcional o discapacidad, o cualesquiera otras condiciones o situaciones personales, familiares, económicas o sociales, tanto propias del niño, niña o adolescente como de su familia».

Sin embargo, desde València Acoge le pidieron al director general de Política Educativa, Jaume Fullana, que modificara la instrucción que cada año se envía sobre la organización y el funcionamiento de los centros educativos, de forma que adaptar los menús sea «de obligado cumplimiento» y así se asegure la dieta de las distintas confesiones religiosas en los centros educativos para eliminar, de una vez por todas, el debate al dar instrucciones «claras» a los centros educativos. Y la Conselleria de Educación tomó nota ya que la nueva ley de Infancia no deja lugar a dudas y marca nuevas directrices de protección a la Infancia, también por motivos religiosos.

«En los casos donde se puedan producir tensiones sobre la adaptación de menús por motivos religiosos en los centros educativos, la Conselleria de Educación hará un acompañamiento a las familias. Además está previsto para el próximo curso la posibilidad de redactar nuevas recomendaciones para que los centros educativos tengan la información que recoge la nueva ley de Infancia y Adolescencia», explican fuentes de la Conselleria de Educación.

De hecho, la Conselleria de Igualdad eliminó la polémica especificando en la instrucción que envía a los centros que gestiona la «obligación» de adaptar los menús por motivos religiosos.

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