Francisco Correa creó una sofisticada red financiera para destinar el dinero que ganó con Canal 9 a las obras de su casa en Ibiza. Al menos 934.543 euros fueron a parar a este proyecto. La vivienda, situada en Punta Grossa, es hoy un conjunto de paredes medio derrumbadas sobre el dinero de la televisión autonómica.
La espesura de la maleza cubre casi toda la propiedad. El jardín mediterráneo que Correa encargó a una empresa de Santa Eulalia se ha convertido en un manto de vegetación abandonada. Las piedras naturales financiadas con el negocio de la visita de Benedicto XVI a València son los únicos elementos que resisten sin daños aparentes. Aspiraba a ser una de las mansiones más espectaculares de Ibiza, pero se ha convertido en un refugio para «okupas» que aguanta como puede al paso de los días.
La Justicia todavía no ha procedido a la ejecución provisional de la vivienda del cerebro de la Gürtel pese a las sentencias condenatorias de distintos órganos judiciales que ya son firmes. La Fiscalía Anticorrupción y Francisco Correa siguen sin llegar a un acuerdo para liquidar estos bienes y la propiedad de Ibiza continúa retenida por los administradores judiciales.
Este lunes arranca en la Audiencia Nacional el juicio por el contrato que adjudicó Radiotelevisió Valenciana (RTVV) a Gürtel en 2006, a través de la constructora Teconsa, para el suministro de pantallas y equipo de sonido que se instalaron por la visita del papa. La Fiscalía Anticorrupción afronta la vista oral con un rosario de confesiones pactadas, entre las que destaca la del exdirector general de Canal 9 Pedro García, y varios de los acusados se han comprometido a devolver el dinero malversado y hacer frente a las indemnizaciones con su patrimonio.
La televisión pública pagó 7,4 millones de euros (con IVA) pese a que el servicio costó poco más de tres. En esta ocasión Correa no ha pactado con el ministerio fiscal su confesión o la entrega de dinero para rebajar su condena. Sí lo hizo en el juicio de la financiación ilegal de las campañas del PPCV y repatrió dos millones desde Suiza para ingresarlos en una cuenta en el juzgado.
El sumario de esta pieza separada de la Gürtel valenciana ha constatado que el dinero de Canal 9 está entre estas ruinas de Ibiza. En la calle Serrano 40 de Madrid, la sede central del grupo Correa, la Policía halló varios documentos relacionados con un cargamento de piedras desde Dénia a Ibiza a través de un ferry de la empresa Iscomar.
En concreto, un camión procedente de Andalucía embarcó en la capital de la Marina Alta a las 8 de la tarde del 13 de marzo de 2008, hace ahora justo 12 años. Cuatro cargamentos más siguieron trasladando piedras desde la provincia de Alicante hasta las Baleares los días 25 y 27 marzo y el 1 de abril.
Para la Policía y la Fiscalía no hay ninguna duda de que Correa utilizó a Teconsa para obtener el contrato de RTVV y destinar el dinero a las obras de su casa. Correa se había encaprichado de esta parcela pese a que los terrenos eran inedificables. El contrato de compra se firmó en Alicante el 7 de julio de 2006, un día antes de que el papa aterrizara en Manises.
«Han preferido que se desvalore todo el patrimonio a que se pudiera ejecutar y obtener recursos, puro ensañamiento por parte de los juzgados y las administraciones públicas en lugar de apoyar que el dinero y patrimonio se destinara para ir pagando la reclamaciones», sostienen fuentes de la defensa del jefe de Gürtel.
Correa no vio cumplido su sueño por la operación judicial del año 2009 que desmanteló la trama Gürtel. Desde entonces la casa resiste en pie mientras su precio se devalúa.
