La empresa Depuración de Aguas del Mediterráneo (DAM) ha obtenido una declaración de impacto ambiental favorable al proyecto de ampliación y reorganización de la planta de compostaje de lodos de depuradora La Vintena, situada junto a la EDAR que trata las aguas de Carcaixent, Alzira, Villanueva de Castellón y la Pobla Llarga, y realizará una inversión próxima a los 12 millones de euros para trasladar a una nave completamente cerrada el proceso de producción de compost de uso agrícola —la nueva instalación contará con un sistema de tratamiento de aire que evitará los malos olores en el exterior— y reutilizar el biogás que se generará en una «unidad de digestión anaerobia» que tratará los residuos con una elevada carga orgánica con el objetivo de que la planta pueda ser «autosuficiente», según explicó ayer Olga Herrero, responsable del departamento de gestión de residuos de DAM.

«Hemos tomado muchas medidas para minimizar el impacto de los olores y se ha notado, pero al final tenemos que ir a una instalación cerrada y a un sistema de desodorización para evitar cualquier molestia. Con esta instalación, en tema de olores, vamos a ser totalmente invisibles», destacó.

Herrero detalló que, más que una ampliación, el objetivo principal del proyecto es una mejora tecnológica de la instalación, ya que se diseña una planta «totalmente automatizada», cerrada de forma que se garantiza el tratamiento del «cien por cien del aire» y, paralelamente, se busca sacar un mayor rendimiento a los lodos orgánicos procedentes de industrias agroalimentarias para producir un biogás que se consumirá en la propia instalación.

Esta planta de valorización de residuos ocupa en la actualidad una superficie de 21.193 metros cuadrados en el término municipal de Carcaixent y el proyecto de la empresa que la gestiona plantea una ampliación con otros 31.314 metros cuadrados. Olga Herrero admitió que la futura instalación podrá duplicar la capacidad de tratamiento actual —señaló que la autorización vigente contempla un máximo de 20.000 toneladas de lodos que no se ha llegado a alcanzar—, si bien incidió en que no es el objetivo de la inversión que acomete la compañía en la mejora de la instalación.

La planta de Carcaixent utiliza como materia prima base para la producción de compost los lodos procedentes de las depuradoras y restos de poda, si bien también tiene autorización para tratar residuos procedentes de la industria agroalimentaria, tanto vegetales como de procedencia animal y los denominados Sandach, subproductos alimentarios no aptos para el consumo humano.

La nueva autorización ambiental también contampla el uso de una parte de residuos peligrosos, ya que ejercen como reactivos que favorecen la producción de biogás. El proyecto incorpora la instalación de una depuradora para el tratamiento de lixiviados, por lo que la balsa actual de acumulación se eliminará. La empresa prevé que las obras se inicien el próximo año.