El restaurante de First Dates ha visto de todo: magia durante todo el transcurso de una cita -su protagonista era actor, según destapó él mismo a posteriori-, una trieja, una cobra inesperada, pasión desmedida o 'piercings' en zonas que se quedan grabadas en la memoria.

Gabriel fue muy concreto en su petición a Carlos Sobera al poco de presentarse. "¿Podemos esconder a Matías? Imagínate que vas a un concesionario y ves un Ferrari y luego me ves a mí, a un Seiscientos". Tanto el presentador como el camarero le reprocharon su actitud. Él se defendió diciendo que era de relaciones largas y venía a buscar el amor y encontrar a alguien con quien seguir fuera del programa: "No soy un pistolero de muchas muescas".