Uno de los programas con más éxito de audiencia de Antena 3, el popular concurso Pasapalabra, pierde fuelle. Y a simple vista no lo parece, puesto que el espacio es seguido masivamente por cientos de miles de personas cada día.

Sin embargo, algo parece estar moviéndose entre sus seguidores más fieles (Pasapalabra se caracteriza, precisamente, por la lealtad de su público), que no dudan en poner de manifiesto que el formato televisivo podría estar empezando a agotarse.

Pasapalabra y su cambio de ritmo

Pasapalabra llegó a su cúspide de audiencia hace unos meses, durante los interminables duelos que protagonizaban Rafa y Orestes. En marzo, el primero de ellos ganó el bote de Pasapalabra (el más alto de toda la historia del concurso) y ambos se marcharon del programa, tal y como ordenan las reglas.

Pasapalabra: Rafa y Orestes marcaron elevadísimas audiencias por sus interminables duelos.

Desde entonces, un rosario de concursantes han pasado por el equipo azul y el equipo naranja, aunque con relativa poca continuidad. Hasta hace unos meses. Fue cuando llegó un viejo conocido de Pasapalabra de nuevo al plató: Moisés Laguardia.

El concursante, que ya había estado anteriormente en el espacio con más o menos éxito e incluso había regresado para algún programa especial, volvía con fuerza, puesto que había empleado todo el tiempo fuera de Pasapalabra para preparar su regreso.

De hecho, él mismo confesó que pasó la pandemia estudiando sin cesar y que fue otro concursante muy querido, Orestes, quien le había insuflado los ánimos suficientes para continuar adelante cuando Moisés se deprimía y mostraba signos de cansancio.

Moisés y Fer, en Pasapalabra

En cuanto llegó al plató de Pasapalabra, a Moisés se le vio la preparación. Fulminó a todos sus rivales uno tras otro. Hasta que llegó Fer. El joven científico le plantó resistencia desde el principio y aún sigue en ello.

Ya son más de 60 las ocasiones en las que ambos se han visto las caras en el rosco de Pasapalabra, volviendo así a lo que ocurría antes de su llegada: duelos constantes de los dos mismos concursantes tarde tras tarde. Aunque, en esta ocasión, hay una pequeña diferencia.

Ambos concursantes son muy precavidos a la hora de contestar a las preguntas del rosco y no les gusta arriesgar demasiado. De hecho, prefieren quedar empatados antes de jugársela y cometer un error que los condenaría a la silla azul. Hasta ahí, nada nuevo, lo que pasa es que se trata de una situación que se prolonga demasiado y que empieza a cansar (y mucho) al público.

Fer y Moisés son los actuales concursantes de Pasapalabra, que se emite cada tarde en Antena 3.

Duelos interminables en el rosco de Pasapalabra

Algunos de los seguidores del programa ya han anunciado en redes sociales que están hartos del formato porque con Fer y Moisés, "cada programa es igual al anterior". No hay emoción, se quejan, y prima la estrategia por encima de cualquier otra cosa. El espectáculo se pierde y no se debe olvidar que Pasapalabra es un programa de entretenimiento.

Hay quien, incluso, se ha atrevido incluso a ser más directo y tajante con el concurso para que la dirección revise qué está sucediendo: "Aburrís muchísimo. No vale la pena veros".

Sólo hace falta comprobar si esta situación se va a prolongar mucho en el tiempo y la audiencia, efectivamente, va a empezar a fallar a Pasapalabra o si sus seguidores más fieles, que se cuentan por legiones, no dejarán caer el programa y continuarán apoyando a su concursante preferido tarde tras tarde.