La encarnizada lucha entre Moisés Laguardia y Óscar Díaz por ganar el bote de Pasapalabra ha escrito un nuevo capítulo. Los concursantes saben que cada día hay más dinero en juego (el bote acumula mucho más de 1,5 millones de euros) y la presión es cada vez mayor.

El interés de la audiencia por saber quién se lleva finalmente el gran premio, el bote de Pasapalabra, se dispara de manera proporcional a la cantidad de dinero que contiene y, mientras, el concurso se torna más y más interesante y más y más complicado. Prueba de ello es lo que se vivió en el último programa, cuando Óscar tiró a la basura una actuación brillantísima que lo llevaba directo al bote y, contra todo pronóstico, le regaló la victoria a Moisés.

Óscar y Moisés, en Pasapalabra

El madrileño Óscar Díaz comenzó el rosco de Pasapalabra de manera intachable: seis aciertos de golpe y sin rastro de duda en sus respuestas. El concursante respondía sin titubear a todas las definiciones que le planteaba el presentador, Roberto Leal.

Luego, volvió el turno a Moisés y, al cabo de poco tiempo, de nuevo regresó a Óscar, que acabó de confirmar que estaba en racha con una increíble tirada de 11 respuestas correctas. A falta de otro turno, que finalmente completó con cuatro aciertos, Óscar entraba en la segunda vuelta con sólo tres letras por resolver.

Mientras tanto, Moisés brindaba una actuación similar a la que tiene acostumbrada a la audiencia: tiradas cortas en las que prefiere no arriesgar para no cometer errores. Al acabar la primera vuelta del rosco de Pasapalabra, el de la Rioja llegaba con 19 aciertos frente a los 22 que ya tenía asegurados Óscar.

Y llegó de nuevo el turno para el de Madrid. Apenas tres palabras lo separaban de los casi 1,6 millones de euros que acumula el bote del concurso. "Con la G", anunciaba Roberto Leal. Óscar dudaba ligeramente y decidía arriesgarse, sabedor de su ventaja. Mientras, el público guardaba silencio. La tensión se palpaba. Y, por fin, Roberto Leal habla: "¡Nooooooo!"

Primer error del madrileño, quien después de ese fallo optó por no seguir jugándosela.

Turno ahora para Moisés Laguardia. Ante sí un reto: completar al menos tres definiciones más pese a estar ya en la segunda vuelta del rosco. Y, contra todo pronóstico, Moisés fue respondiendo acertadamente una letra tras otra hasta alcanzar los 22 aciertos que tenía Óscar.

Moisés y Óscar, tras el rosco de Pasapalabra. A3

Y entonces se plantó, decididio a asegurar su victoria. Y es que, a empate en respuestas correctas, pierde quien tenga un error. Ese era Óscar, que segundos antes tenía el bote de Pasapalabra al alcance de su mano y, minutos después, se convertía en el perdedor de Pasapalabra y nuevo ocupante de la peligrosísima Silla Azul.

En el siguiente programa tendrá que ganar al nuevo aspirante para poder continuar en el concurso; si no lo hace, se irá directo a la calle.