Pasapalabra está que arde. El plató donde se graba el programa, que actualmente emite Antena 3 de lunes a viernes, alberga cada tarde una buena dosis de emoción y nervios por la tremenda lucha que mantienen los dos concursantes actuales para ganar el bote, que acumula ya el millón y medio de euros.

Moisés Laguardia y Óscar Díaz se enfrentan a diario y, últimamente, el riojano no está firmando actuaciones brillantes, sino todo lo contrario, algo que concede una enorme ventaja a su rival. El de Madrid, por su parte, no duda en aprovecharla y, de hecho, se ha marcado un Rafa Castaño que le ha llevado directo a la victoria. Lo nunca visto.

Los problemas de Moisés en el rosco de Pasapalabra

En los últimos tiempos, Moisés ya había enfrentado dificultades para mantenerse en el programa. Fue contra Sara, una joven filóloga inglesa que intentó arrebatarle la silla.

Recientemente, el concursante reveló estar atravesando una crisis personal y, de hecho, ha perdido contra Óscar Díaz en numerosas ocasiones. Sin embargo, también hay pequeños destellos de esperanza y Moisés firma algunas actuaciones excelentes, como la que hizo recientemente y que lo dejó a tan sólo una definición de llevarse el bote de Pasapalabra.

Moisés Laguardia y Óscar Díaz, en el rosco de Pasapalabra. A3

En esta ocasión, Moisés enfrentó el desafío del rosco con una actitud positiva, pero no le sirvió de nada porque exhibió una notable falta de precisión a la hora de resolver las definiciones.

Por contra, su rival, Óscar Díaz, mostró una calma impresionante durante la prueba. Con 21 aciertos en la primera ronda, demostró su dominio del juego y resolvió una palabra tras otra con precisión. Su actuación recordó, de hecho, la de Rafa Castaño cuando ganó el premio millonario en marzo de 2023.

A pesar de los intentos de Moisés por recuperarse, Óscar se mantuvo firme e incluso se permitó el lujo de cometer un error mientras seguía acumulando acierto tras acierto.

A medida que avanzaba la prueba reina de Pasapalabra, Moisés Laguardia luchaba por mantenerse a flote, pero otro error en la letra Q lo alejó aún más de la victoria. Aunque todavía sumó algunas palabras correctas más, un nuevo fallo lo sumió en las tinieblas y lo lanzó directo a la silla azul en el siguiente programa. Por su parte, Óscar se embolsaba el triunfo y el premio correspondiente.